Lo toca pero no lo hunde (0-0)
Villarreal cf · La crónica
La falta de puntería condena a un Deportivo bastante serio ante un Submarino que hace aguas en la segunda mitad Marcos estrella un balón en el larguero y Tato otro en el poste
El Villareal no fue tan fiero como lo pitaban en Chapín y no pasó del empate ante un Xerez mucho mejor, que no se quedó con los tres puntos por su falta de puntería. Los azulinos no tuvieron fortuna, que se vistió de amarillo durante toda la tarde-noche. Otra vez el amarillo, como el día que visitó el estadio el Alcorcón.
Dos balones al palo, uno de Marcos y otro de Tato, y dos ocasiones clarísimas, una de Lucas Porcar sin portero y otra también de Tato que sacó Íñiguez bajo palos, pudieron decantar la balanza del lado xerecista pero no pudo ser. La pelota no quiso entrar. Fue de esos días que ni jugando dos encuentros seguidos se abre la lata. Y todo eso, sobre un campo en pésimas condiciones, que condicionó de forma notable el normal desarrollo del juego de unos y otros.
Esteban, a pesar de lo enfadado que estaba con sus jugadores por la derrota de Gijón, apenas varió el once. Cámara entró por Mendoza en la izquierda y Bruno fue el elegido para ocupar la plaza de Rueda. Con casi los mismos jugadores, el Deportivo ofreció su mejor versión y eso que todo se le puso feo cuando a los diez minutos José Mari tuvo que dejar el campo lesionado. Tato fue el encargado de suplirle y fue uno de los protagonistas del choque, especialmente en el segundo tiempo.
El Xerez aguantó el tipo durante la primera mitad y se defendió con orden ante un rival que no arriesgó demasiado y que sólo asustó a la parroquia azulina en los primeros diez minutos de juego, con una doble oportunidad clarísima, que pudo costar caro a los de Esteban. Un remate de Cavenaghi (5') lo reclamaron como gol los castellonenses y le costó la amarilla al punta por protestar al asistente de Jaime Latre. En la misma jugada, Uche enganchó el rechace pero lo sacó bien Chema.
Ahí se acabaron las apariciones en ataque de un Submarino que no expuso y que nunca se sintió cómodo sobre un terreno de juego que se parecía mucho más a la playa de Valdelagrana que a un campo de fútbol.
Los azulinos, con muchos problemas para crear ante un rival con Senna mandando en la medular, le vieron la cara a Palatsí a base de arreones y con más casta que cabeza. Sólo los ex del Villarreal Marcos y Lucas lo intentaron desde lejos y Keita estuvo a punto de llegar de cabeza a un balón colgado al área que sacó bien de puños Palatsí.
El segundo tiempo arrancó con un Xerez mucho más metido en el encuentro, con menos miedo, presionando mejor y dejando maniobrar cada vez menos a un Villarreal que se fue diluyendo y eso que Velázquez apostó por Pandiani en lugar de un desaparecido Cavenaghi.
Una larga jugada de ataque del Xerez en el minuto 51, terminó con un tiro al palo de Tato tras un pase de Álvaro Re y con un remate posterior fuera de Marcos porque le pegó muy mal balón.
En el 55, el que perdonó fue Musacchio con la ayuda de la defensa y Chema. A renglón seguido, el Xerez volvió a fallar una acción de las que no se pueden perdonar. Marcos (56') estrelló un trallazo en el larguero.
El carrusel de oportunidades para un Deportivo que ya ofrecía su mejor versión en casa no paró ahí. En el minuto 65, Íñiguez se tuvo que esforzar para salvar bajo los palos un remate de Tato que superó al portero en un mano a mano.
En el minuto 68, le tocó el turno a Álvaro Rey. Estuvo a punto de marcar de tiro cruzado pero el joven guardameta del Villarreal acertó a meter el pie . Sólo tres minutos más tarde, Lucas Porcar remató a puerta desde fuera del área con Palatsí descolocado y el balón se le marchó fuera ajustado al palo. Le pegó fuerte en lugar de asegurar con el interior y la pelota no entró por centímetros. El ex del Villarreal se quedó con las ganas de 'vengarse'.
En la recta final, las precauciones comenzaron a llegar por parte de ambos conjuntos pero eso no impidió que tanto Xerez como Villarreal pudiesen borrar las gafas del marcador. Uche la tuvo en el descuento pero su disparo se le fue cruzado por muy poco tras tocar en un defensa. Oriol también asustó pero detuvo su remate Chema y Tato quedó el último cartucho.
Nunca el Xerez creó tanto peligro y obtuvo tan poca recompensa. El punto le sirve para cortar la dinámica negativa en casa -dos derrotas seguidas frente a Alcorcón y Girona- y para marcharse de vacaciones dejando un buen sabor de boca en una afición que sufrió pero que también se divirtió con el juego desplegado con un equipo que dio la de cal.
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