Dani Pendín quiso acompañarse de todo su cuerpo técnico en su comparecencia ante los medios para poner en relieve que el éxito del ascenso se trata de un trabajo colectivo. "Es gente que me ayuda muchísimo y de la que aprendo muchísimo. De Jose, de Paco, de Raúl, de los utilleros, de los fisios, gente que siempre está para echar una mano. Por eso he querido que vinieran a la rueda de prensa".

El técnico hispano-argentino fue interrumpido por sus jugadores, quienes irrumpieron en la sala de prensa de Chapín con varias botellas de cinco litros con agua, poniendo 'pipando' al propio míster, a Paco Ramírez, José Luis González y Raúl López, y de paso grabadoras, móviles y micrófonos de los medios.

Recuperada la calma, el entrenador azulino se mostraba "muy contento" por el deber cumplido. "Lo que nos planteamos a principios de temporada, que no era otra cosa que quedar primeros, se ha conseguido y no era fácil porque sabíamos que teníamos esa obligación de estar arriba. Asumimos la responsabilidad desde el principio y hemos cumplido el objetivo con mucha antelación. Ni el más optimista pensaba que a falta de siete partidos íbamos a subir sacándole 20 puntos al segundo", dijo.

Siempre que ha tenido oportunidad, el míster del XDFC sacaba a relucir lo complicada que iba a ser la segunda vuelta. Finalmente, ha resultado ser un paseo militar porque el Guadiaro se ha desfondado: "Pensábamos que la segunda vuelta iba a ser más complicada, el Guadiaro estuvo muy cerca de nosotros al principio y cuando empezamos a tener margen de puntos jugamos más tranquilos. Contento porque hemos ganado en campos muy difíciles y contento por los jugadores porque los que deciden los partidos son ellos. El cuerpo técnico trata de ayudar lo que podemos pero cuando pita el árbitro el protagonista es el jugador. Se lo merecen. Llevamos trabajando tres años en categorías que no son fáciles, porque no estamos en el fútbol profesional, y esto es un premio".

Era la primera incursión como técnico para el 'pibe', quien además tuvo una oferta el pasado verano para marcharse al Nástic con Emilio Viqueira y Vicente Moreno, club que pelea por ascender a Primera División. Pendín asegura que "no me arrepiento de la decisión que tomé. Me costó mucho ganarme el respeto los cinco años que estuve aquí y lo podía haber tirado en poco tiempo porque cuando los resultados no salen el entrenador es el primero que se va. Sabía lo que me jugaba pero confiaba ciegamente en los jugadores porque los conozco, fueron compañeros míos y sabía que iban a dar la cara y lo han demostrado".

Pendín, que está en el proyecto desde el primer día, ha vivido dos ascensos como jugador y éste como técnico. Se queda con el último por "la dificultad y porque lo he vivido de entrenador, que se vive muy diferente a cuando eres futbolista. Se sufre mucho más, lo paso mal, estoy aprendiendo y este año he hecho un master de cómo llevar un equipo. Me servirá para un futuro", aseguró.

En principio, todo apunta a que seguirá entrenando la próxima campaña al equipo: "Sé que el club confía en mí y yo aposté por quedarme. Pero no soy una persona que se aferre al cargo. Mientras que el club esté contento conmigo estaré en lo que quiera, de entrenador o en la cantera. Estoy aquí porque gracias a Dios quise, porque lo decidí así, este club me dio la oportunidad de volver a jugar y de retirarme con mi familia en la grada y soy un agradecido. Si la cosa no va bien daré un paso al costado. Estoy aquí para ayudar. Si el club lo considera conveniente seguiré y si no, vivo aquí enfrente. Soy un convencido de que este club es el futuro, que cada vez hay más posibilidades de llevar el fútbol en Jerez donde se merece con la ayuda de nuestros aficionados. Estaré contento cuando este equipo llegue a lo que yo disfruté, al fútbol profesional". Hasta entonces, "quedan seis jornadas y me las tomo con la misma seriedad de siempre. Intentaremos dar oportunidades a la gente que menos minutos ha tenido pero no quiero desvirtuar la competición porque todo el mundo se está jugando mucho y tenemos que ganar todos los partidos que podamos. Del año que viene ya hablaremos".

Por último, abogó por un Xerez unido y más fuerte. "La afición es fundamental porque el año que viene jugaremos con equipos de Sevilla, Córdoba y Huelva y la vamos a necesitar aquí en casa. La afición es el motor del club y me gustaría que fuésemos muchos más el año que viene pero es cuestión de tiempo. El Xerez es de todos y, como digo siempre, ojalá nos unamos y luchemos todos juntos, no separados, porque uno se debilita más. No depende de mí pero la ciudad de Jerez no puede estar en categorías en las que estamos nosotros. Cuanto más unidos, más fuertes llegaremos a ser".