Con las túnicas guardadas ya en el armario y con el traje de flamenca bajado del altillo para ver si hay que meterlo o sacarlo un poquito de cintura, se despide una Semana Santa en la que Jerez ha brillado con luz propia. Sin duda, el buen tiempo ha sido el mejor aliado para disfrutar de unos días en los que no hemos tenido que ver las lágrimas de los que esperan con devoción la salida de sus imágenes o las lloros de los hosteleros que esperan su llegada como agua de mayo. Hemos dicho adiós a una Semana Santa en la que hasta el ministro jerezano Alfonso Dastis se ha comprometido a poner todo de su parte para que sea declarada de Interés Turístico Internacional y creo que Jerez se lo merece pues es impresionante.

¿Qué más se puede pedir? Pues en el caso concreto de esta Semana Santa hay muchos asuntos que revisar si de verdad se quiere que sea declarada de Interés Turístico Internacional ya que lo ocurrido en el backstage ha sido muy grave, aunque muchos prefieran no verlo. Imagínense que la Semana Santa es declarada de Interés Internacional y nos volvemos a encontrar 48 horas sin apenas policía local en las calles, por algo tan básico como es un uniforme y los medios adecuados para desarrollar sus funciones, y todo ello cuando en los días previos se nos ha recalcado a la prensa lo importante que es la seguridad en determinados puntos calientes por las aglomeraciones de gente, siendo necesario reforzar el número de agentes. Lo más preocupante es que durante 48 horas se guardó silencio absoluto sobre un asunto que no puede quedar en el olvido por su gravedad.

El silencio de la alcaldesa, Mamen Sánchez, y de su delegado de Seguridad, Francisco Camas, durante 48 horas, con posterior emisión de una brevísima nota de prensa, el silencio de la oposición ante lo que estaba ocurriendo no tiene explicación en un evento de esta magnitud con las calles abarrotadas de gente. Tampoco se entiende que un autobús urbano haya cruzado por mitad de un cortejo en un país que se encuentra en alerta 4 y la única explicación haya sido abrir expediente al conductor. Siempre se dice que la gente es buena por naturaleza y en este caso se puede decir que jerezanos y turistas han sido santos.