Valga, para empezar, la licencia de ese adjetivo en el título, que considero propiedad del recordado maestro Ríos Ruiz, pero es que hoy arranca la LII Fiesta de la Bulería de Jerez, y lo hace, como en las cuatro últimas ediciones, con la noche dedicada al relevo dentro del flamenco jerezano. Desde que, en 2016, se instaurara el nuevo formato de tres días de la veterana cita, se puede afirmar que la idea de brindar una de las funciones a los jóvenes ha resultado ser un acierto que, además, nos ha regalado un sinfín de satisfacciones y positivas sensaciones. Pepe del Morao (2016), Pedro Garrido 'Niño de la Fragua' (2017) y Curro Carrasco 'Navajita' (2018), directores de las tres ediciones, nos han ofrecido visiones distintas de la continuidad de nuestro arte, con elencos que casi no han repetido artistas y con espectáculos diseñados con personalidad. Con la dirección escénica de Luis de Perikín, le toca ahora a la joven cantaora María Terremoto presentarnos su punto de vista que, por lo adelantado en el programa, se presenta muy femenino -como no podría ser de otra forma en esta edición dedicada a la mujer-, pero, a su vez, nada excluyente. Esta muestra, que viene ofreciendo la Fiesta de la Bulería, no es el único exponente de la vitalidad de ese relevo flamenco jerezano. Entre otros, no podemos olvidar el relevante caso del Concurso Talento Flamenco de Cante que organiza la prestigiosa Fundación Cristina Hereen de Sevilla. Hace dos años, en su primera edición, la ganadora resultó ser nuestra Lela Soto 'Sordera' y, en la de este año, lo ha sido el plazuelero José Montoya Carpio 'El Berenjeno', ambos representantes y continuadores de dos dinastías, de dos barrios y de dos casas cantaoras de postín. No dispongo de más espacio para seguirles argumentando, así que mejor será que se acerquen esta noche a la Alameda Vieja y comprueben lo que les digo.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios