A pesar de la poca memoria climática, el cambio climático no es sólo una sensación subjetiva sino que los datos lo refrendan. Según la Agencia Española de Meteorología (Aemet), desde el 2015 hasta el año pasado, Andalucía ha sufrido más olas de calor que en los últimos ocho años, que en los veinte anteriores. Según los datos consultados por este periódico, en los últimos ocho años, se han registrado en la comunidad autónoma un total de 23 episodios de calor extremo, mientras que en las dos décadas anteriores, es decir, desde 1995 a 2015, se contabilizaron un total de 20 casos.

Valga otro dato que ejemplifica las variaciones climáticas a las que se enfrenta la región; en los últimos 25 años del siglo pasado, esto es, desde 1975 hasta el 2000, la Aemet contabilizaba 27 episodios de altas temperaturas en Andalucía, es decir, apenas cuatro años más de las sufridas en los últimos ocho años.

La agencia estatal establece que “ola de calor es un episodio de, al menos tres días consecutivos en que, como mínimo, el 10% de las estaciones consideradas, registran máximas por encima del 95% de su serie de temperaturas máximas diarias”. Dicho de otra manera, “en Sevilla, aproximadamente el 60% de los días de julio y agosto se registran temperaturas máximas por encima de 35 grados y el 25% superan los 38”. Por lo tanto, un día en el que se alcance esta temperatura en la capital hispalense, “será un día muy caluroso, pero no lo suficiente para ser considerada una ola de calor”.

Cuando estamos a punto de regresar en varios puntos de la geografía andaluza a valores por encima de los 40 grados, hay que recordar que la región ha hecho frente a tres de ellas en lo que llevamos de año, algo que va a colocar al este mes de julio como el más caluroso desde que se tienen registros. Uno de los aspectos más insólitos de este tipo de episodios es que cada vez se adelantan más en el calendario.

Así, este año se sufrió una desde el 23 al 28 del pasado mes de junio. Para encontrar una fecha tan temprana, apenas hay que recurrir a los datos del año pasado, cuando el mismo mes (en concreto entre los días 12 y 18) se vivió un episodio similar.El anterior fue en 2017 y también se registraron temperaturas extremas en 2003 y 2004 durante el mes de junio. Eso sí, para encontrar un episodio semejante, hay que ir hasta 1981.

La ola de calor más destacada de las registradas en todo el país data del verano pasado y se prolongó desde el 9 al 26 de julio, nada menos que 18 días que, con una tregua de apenas tres días, enlazó con otra que se extendió hasta el 14 de agosto. Los valles del Guadiana y del Guadalquivir, superaron con creces los 40 grados y durante esa ola, Huelva alcanzó su temperatura máxima desde que hay registros y se quedó a una décima de llegar a los 44 grados. Las mínimas se quedaron por encima de los 25 grados en casi toda la comunidad autónoma y destacó el récord alcanzado por Rota, cuyos termómetros no bajaron de los 28,2 grados.

Un turista en la Fuente de los Naranjos en la mezquita-catedral de Córdoba.

La segunda ola de calor más importante de las registradas en España, data del verano de 2015 y es, según la Aemet, “la más larga registrada hasta la fecha, al menos desde que hay registros que comienzan en 1975”. Su duración fue de 26 días, en concreto desde el 27 de junio hasta el 22 de julio. Tan solo los días 2 y 11 de julio, los termómetros ofrecieron un respiro pasajero, si bien en la mayor parte de las provincias afectadas (30) casi pasó desapercibido.

Para encontrar un episodio semejante, hay que buscar entre el 20 y 25 de julio de 2019, entre el 17 y el 23 de agosto de 2012 y entre el 17 y el 24 de julio de 1995. Esta segunda ola ofreció temperaturas mínimas superiores a los 25 grados en Andalucía, donde se alcanzaron los 43,1 y los 40,8 en las estaciones de medición de los aeropuertos de Granada y Almería respectivamente.

La tercera ola destacada por la Aemet es, según sus datos, “la más importante de las habidas en la península desde 1975” y se extendió desde el 30 de julio al 14 de agosto de 2003. Con 16 días de duración es la tercera más larga después de las registradas en 2015 y el año pasado. Hasta 38 provincias se vieron afectadas (entre ellas todas las de Andalucía) y es un perfecto ejemplo de un año “especialmente caluroso como fue el 2003”.

El calor se dejó sentir en amplias zonas de la comunidad autónoma, donde se registró la mayor temperatura nunca alcanzada en Jerez de la Frontera, que marcó 45,1 grados y en la Ronda Este de la capital onubense que registro (hasta el año pasado) la que por entonces era su máxima temperatura que llegó a los 43,4. Jaén, por su parte, registró la mínima más alta de la que se tenían registros, ya que los termómetros no bajaron en todo el día de los 30 grados.

La Aemet analiza una cuarta ola de calor entre las más destacadas en los últimos 47 años. Fue de menor duración de las anteriores, ya que apenas se prolongó durante 4 días entre el 8 y el 11 de agosto de 2012, pero afectó a 40 provincias, una de las mayores cifras de las que se tiene noticia. Mientras que las olas de calor que alcanzan la denominada temperaturas máxima de la ola, son las que afectan habitualmente a las zonas más cálidas de España, en esta oportunidad se extendió por toda la península, incluso por estaciones de la mitad norte, por lo que fue percibida como “muy intensa” por la mayor parte de la población.

En esta ocasión destacan las temperaturas máximas registradas den el aeropuerto de Sevilla, donde casi se llegó a los 46 grados (apenas por una décima) y en Jaén, donde se alcanzaron los 42.8 grados, con mínimas de nuevo que no bajaban de los 25 grados durante todo el día.