Pocos hasta ayer conocían por sus apellidos a Emilio José Mazuelo Mesa. Para todos, menos para la Policía Nacional y la Agencia Tributaria, era simplemente Emilio El Moro, un apodo que tampoco nadie sabe a qué responde, ni por su aspecto físico ni por su origen, ya que nació en Algeciras y fue criado en el barrio de El Saladillo.

Con tres causas pendientes por delitos relacionados con el tráfico de drogas y huido de la Justicia, su vida al margen de la ley concluyó a primera hora de la mañana de ayer cuando agentes de la Policía Nacional irrumpieron en el modesto piso en el que residía, en la calle Pablo Picasso de la localidad madrileña de Alcobendas.

Su detención en colaboración estrecha con la Agencia Tributaria supone el descabezamiento de un grupo criminal dedicado al tráfico de drogas en el Estrecho que se saldó ayer con el arresto prácticamente simultáneo de otras 16 personas de nacionalidad tanto española como marroquí en los términos municipales de Algeciras, Los Barrios y Chiclana, todas ellas presuntamente a las órdenes de El Moro. El nombre de la operación, Lupita.

Frisando los cuarenta años de edad, Emilio Mazuelo llevaba algún tiempo viviendo en Alcobendas fuera de la primera línea del negocio del narco. Según apuntaba ayer la agencia Efe, se sentía inseguro en el Campo de Gibraltar.

Su vida está vinculada al tráfico de hachís y si bien en la operación han sido incautadas en diversas fases un total de 14 toneladas de esta droga con 23 registros en otros tantos inmuebles, ayer los agentes no encontraron apenas rastro de droga. Sí hallaron, en cambio, 60.000 euros en efectivo.

Coordinados por la Comisaría General de Policía Nacional de Madrid, doscientos agentes de este cuerpo y de la Agencia Tributaria se desplegaron desde las 7:00 para desarticular por completo –según rezaba en la nota de prensa oficial– “una de las organizaciones de traficantes más arraigadas en la comarca” del Campo de Gibraltar, con ramificaciones por toda Andalucía.

Los delitos por los que son investigados son tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales. La mayor parte de los detenidos permanecen custodiados en los calabozos de la Comisaría de Algeciras y pasarán mañana, viernes, a disposición judicial.

Las investigaciones son instruidas por la titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Algeciras, que ha decretado el secreto de las diligencias. El operativo de ayer fue desarrollado por agentes desplazados desde otras zonas con el apoyo de los miembros de las comisarías de Algeciras y La Línea.

Las detenciones practicadas en Algeciras se llevaron a cabo en El Saladillo, en la calle Juan Ramón Jiménez, y en la barriada Padre Flores.

Esta operación es consecuencia directa del refuerzo de los dispositivos de seguridad en el Campo de Gibraltar a lo largo de los dos últimos años y el tercer gran golpe de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado conocido esta semana, tras ser desarticulada por la Policía en La Línea una organización de narcotraficantes que empleaba drones para vigilar los movimientos de las patrullas, con un total de doce detenidos, y el arresto de 32 personas de otra banda que llevaba a cabo sus alijos en la barriada sanroqueña de Puente Mayorga.

La primera de dichas bandas contaba entre sus filas con dos especialistas muy cualificados en el manejo de drones y, entre los bienes incautados, figuraban ocho vehículos de alta gama, dos motos de agua de gran cilindrada, gran cantidad de dinero en efectivo y numerosos objetos que se utilizaban para facilitar la comisión de los hechos delictivos.

Entre ellos, se halló un dron de última generación, un radar, un maletín inhibidor de frecuencias, numerosos equipos de transmisión de los que utilizan los grupos dedicados al narcotráfico para comunicarse entre sí, así como numerosos teléfonos móviles de última generación.

En Puente Mayorga, el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria y la Guardia Civil desarrollaron la operación Freno, con la detención de 32 personas dedicadas al tráfico de hachís a gran escala desde el Norte de África hasta las costas del Campo de Gibraltar.

La investigación se inició el pasado mes de octubre, cuando se detectó un grupo de personas afincadas en San Roque, La Línea y Algeciras, relacionadas con el tráfico de drogas, muy activas y que mantenían reuniones en la zona de Puente Mayorga.

No solo se han reforzado en los últimos meses en el Campo de Gibraltar los medios policiales, de la Guardia Civil y de la Agencia Tributaria. Desde finales del año pasado existe una Oficina de Recuperación y Gestión de Activos (ORGA), ubicada en Algeciras, cuyo objetivo primordial es la investigación del blanqueo de capitales por parte de organizaciones criminales.

Esta ORGA trabaja codo con codo con los jueces y fiscales y únicamente tiene una sede análoga en la Audiencia Nacional, en Madrid, prueba de la trascendencia que el Gobierno da a la lucha contra las organizaciones vinculadas a la droga.