El ex presidente del Sevilla José María del Nido ha sido trasladado a la prisión de Huelva, donde cumplirá la condena de siete años que el Tribunal Supremo le impuso por el saqueo de las arcas del Ayuntamiento de Marbella (Málaga). Fuentes próximas a la prisión explicaron este lunes que, si bien en un principio todo apuntaba a que el ex presidente sevillista sería trasladado a la cárcel de Sevilla-II, ubicada en Morón de la Frontera, la secretaria general de Instituciones Penitenciarias ha decidido finalmente trasladarle a la prisión de Huelva.

Ese traslado se ha producido este martes, ya que durante este lunes el interno fue trasladado desde el módulo en el que ha permanecido en los últimos meses hasta el módulo de ingresos, donde ha dormido la pasada noche. Las mismas fuentes indicaron que es habitual que un interno que va a ser trasladado de centro pase la noche en el departamento de ingresos, con la idea de facilitar la salida.

El trasladado de Del Nido a la cárcel de Huelva es consecuencia de su reciente clasificación en segundo grado penitenciario, el que disfrutan la mayoría de la población reclusa y que permitirá que el ex mandatario sevillista pueda solicitar permisos ordinarios cuando cumpla una cuarta parte de la condena de siete años impuesta, lo que implica que hasta diciembre de 2015 no podrá solicitar estos permisos.

El ex presidente sevillista recibió el pasado viernes la visita en prisión de un alto cargo de la Federación Española de Fútbol, con motivo de una visita terapéutica programada con un grupo de internos que pudo salir a presenciar el partido amistoso que disputaron las selecciones de España y Bolivia en el estadio Sánchez Pizjuán de Sevilla. Algunas fuentes consultadas por este periódico indicaron que esta visita se produjo permitiendo que el interno cruzara de una unidad a otra, atravesando la cocina, y que la reunión se prolongó durante unas dos horas en el despacho en el que la juez de Vigilancia Penitenciaria pasa audiencia con los internos. Este tratamiento, según estas fuentes, contrastaría con el hecho de que hace unas semanas no se permitió a Del Nido cambiar el horario de una comunicación familiar por una incompatibilidad con una actividad que tenía programada previamente con el monitor deportivo.