Las reiteradas y frecuentes visitas que en los casi tres meses que lleva en prisión ha recibido José María del Nido han obligado a la dirección de la prisión Sevilla-I a reforzar el control de acceso de los abogados que solicitan una comunicación con un preso. Hasta ahora, cada vez que un abogado solicitaba reunirse con un interno sólo tenía que pedir al colegio un pase para la prisión, pero ahora la dirección de la prisión exige que en ese documento -que lleva el sello del colegio- se acredite no sólo que es el abogado de este interno, sino que aporte además el número de causa judicial o procedimiento en el que lo representa. 

El endurecimiento de los controles a los letrados se ha producido, según fuentes penitenciarias consultadas por este periódico, ante las numerosas visitas que, prácticamente a diario, recibe Del Nido en la cárcel no sólo de uno de sus hijos y de su mujer, ambos abogados -la esposa se colegió poco antes de que Del Nido ingresara en prisión-, sino de otros abogados, lo que hacía que el ex presidente sevillista pasara buena parte de cada mañana en el locutorio de la cárcel. 

La Secretaria General de Instituciones Penitenciarias, a instancias de la dirección de Sevilla-I, remitió hace unas semanas un escrito en el que recordaba los controles de acceso que establece el reglamento penitenciario en su artículo 48, donde se especifica que el abogado debe presentar un "volante" de su respectivo colegio, en el que "conste expresamente su condición de defensor o de representante del interno en las causas que se siguieran contra el mismo o como consecuencia de las cuales estuviera cumpliendo condena". 

Las continuas visitas del hijo y de la mujer del ex presidente sevillista habían provocado hace tiempo el recelo de la dirección del centro, que entendía que en realidad podría tratarse de unas visitas familiares "encubiertas". Esto supondría una discriminación con el resto de internos, que únicamente tienen derecho a dos visitas semanales de 20 minutos cada una o bien a acumular los 40 minutos en un solo encuentro. 

Como consecuencia del endurecimiento de los controles, el pasado jueves se produjo un incidente con un abogado que quería precisamente mantener una comunicación con Del Nido, a pesar de que no estaba personado en ninguna de sus causas. 

El letrado pidió incluso hablar con el director del centro penitenciario, encuentro que no se produjo, aunque finalmente se le dejó pasar de forma excepcional no sin antes advertirle que sólo están autorizados a comunicarse con Del Nido los letrados personados en su defensa. 

Estos incidentes se producen cuando Instituciones Penitenciarias ha clasificado a José María del Nido en segundo grado penitenciario -el que disfrutan la mayoría de los internos españoles-, y en breve se procederá a su traslado de cárcel para seguir cumpliendo la condena de siete años que el Supremo le impuso por el saqueo de las arcas del Ayuntamiento de Marbella. Del Nido será reubicado, previsiblemente, en la prisión de Sevilla-II, ubicada en Morón de la Frontera. Con su clasificación en segundo grado, el ex mandatario sevillista tendrá derecho a solicitar permisos ordinarios de salida cuando cumpla una cuarta parte de la condena de siete años impuesta, lo que implica que hasta diciembre de 2015 no podría solicitar dichos permisos. 

Desde su ingreso en prisión, el pasado 5 de marzo, el ex presidente sevillista ha causado diversos quebraderos de cabeza a la dirección del centro, como cuando pidió que se le autorizara a tener acceso a internet para consultar la página web de la editorial Aranzadi, especializada en Derecho, y de esta forma poder seguir trabajando. 

Hace varias semanas, Del Nido presentó una instancia solicitando al centro que le permitiera introducir en la cárcel un fármaco antiinflamatorio para calmar sus dolores de espalda. Esta petición fue rechazada por la dirección de la prisión sevillana que, según las mismas fuentes consultadas, está siendo muy rigurosa, "siempre dentro de la legalidad", con las peticiones de este interno, todo ello por el temor a que en los medios de comunicación se pueda hablar de un trato de favor a Del Nido. 

La semana pasada, el ex presidente del Sevilla fue objeto de un cacheo, ordenado por el subdirector del centro, y en el curso de ese registro le fue decomisado un blister de antiinflamatorios. Por este motivo se le ha incoado el correspondiente parte disciplinario, que puede acarrearle una falta leve, puesto que, aunque se trata de una sustancia legal, no tendría por qué tenerlas en su poder. La prisión investiga actualmente cómo llegaron esos fármacos a poder del ex presidente sevillista, aunque por el momento el origen se desconoce.