Tras las grandes ferias internacionales de turismo –la recién clausurada ITB de Berlín, la WTM de Londres y Fitur en Madrid–, los principales hoteleros andaluces se muestran optimistas con respecto a las previsiones de Semana Santa, aunque también cautelosos y a la expectativa.

“Las noticias que traemos de Berlín son buenas porque la Costa de la Luz es uno de los destinos preferidos de los alemanes”, contaba a este periódico Juan Sañudo, director del Hotel Playa de la Luz de la red de Hoteles Andaluces con Encanto.

Sañudo cree que, en su caso, “los números estarán muy cerca de los de 2008 tanto en pernoctaciones como en ganancias”, ya que prevén para los principales días de Semana Santa –de miércoles a sábado– un 92% de ocupación en sus instalaciones de Rota (Cádiz).

María Antúnez, Directora comercial y Marketing de Oferta Hoteles, con instalaciones en muchas zonas de Andalucía como Marbella, Conil, Grazalema o El Rompido, cuenta que “en el gremio siempre se dice que es la Semana Santa la que marcará cómo irá la temporada de verano, es la forma que tenemos de tomar el pulso del turismo”.

Sus datos de ocupación rondan los niveles del año pasado en estas fechas, “aunque ciertamente se ha notado un menor número de reservas anticipadas, que son las que nos interesan. El año pasado por estas fechas es cierto que los libros de reservas estaban más llenos de nombres”, explica Antúnez.

Ésta es una de las grandes preocupaciones de los hosteleros en Andalucía, que se afanan por paliar los síntomas de la crisis que ya se vislumbran. “La incertidumbre se aprecia en las reservas, la gente no sabe si va a seguir teniendo trabajo o si va a poder permitirse unas vacaciones, lo que les dificulta tomar una decisión con antelación” comenta Antúnez.

Este problema lo nota especialmente José Requena, Director del hotel Torreluz de Almería, que asegura que “en el turismo de ciudad se reserva con menos tiempo que el de playa o el rural, con una semana de antelación como mucho”. “Los principales clientes de Semana Santa son españoles, que son menos previsores que los extranjeros a la hora de planear sus viajes”, añade Requena.

Y para solucionar el problema de los viajeros indecisos, los hosteleros se afanan en incentivar la antelación de reservas, principalmente con descuentos proporcionales a lo previsor que sea el turista.

El único sector que parece ver la luz en plena crisis es el del turismo rural. “Se ha notado el auge de este tipo de turismo, lo que beneficia mucho a Andalucía”. Esto se debe a que “está de moda y es barato, lo que lo hace perfecto para estos tiempos que corren”, argumenta Antúnez, quien tiene prevista una ocupación en sus instalaciones de Cazorla estos días de vacaciones de un 60%, cifra “muy similar a la de la pasada Semana Santa”.