Impacto en el mercado laboral

El Metro malagueño, una locomotora de empleo

  • Las obras de ejecución del ferrocarril urbano alcanzaron el pasado mes de agosto su pico al dar trabajo a algo más de 1.700 personas · El 77% de las firmas vinculadas al proyecto son de origen malagueño

Una obra en ebullición, con un latido intenso que se deja sentir ya en buena parte de la urbe. Eso es el Metro de Málaga 51 meses después de que las autoridades simbolizasen la puesta de su primera piedra en el entorno del Palacio de los Deportes José María Martín Carpena. Pero es algo más, es la única gran infraestructura (a excepción de la ampliación del aeropuerto de la capital de la Costa del Sol) que avanza sin descanso, aunque con un evidente retraso, convirtiéndose por sí misma en el gran pulmón del empleo que se genera en la ciudad.

Una realidad avalada por los 1.681 operarios que en el mes de septiembre han vinculado su labor diaria a esta magna intervención urbana, una cifra que alcanzó su cota histórica el pasado mes de agosto, cuando en los tajos abiertos por el suburbano y en las oficinas relacionadas con el proyecto, se contaban poco más 1.700 empleados. Una etapa del calendario que coincidió con el momento en que las máquinas pantalladoras se afanaban en hincar el diente a las paredes de hormigón de la calle La Unión, donde han llegado a actuar el mismo tiempo hasta seis equipos (incluyendo no sólo tareas de excavación, sino también de ferralla de hierros y otras acciones); en la Avenida Juan XXIII, en las cercanías del campus universitario de Teatinos y en Callejones del Perchel, y en la que los operarios daban continuidad a las labores de instalaciones y arquitectura en los alrededor de cuatro kilómetros del ramal de Carretera de Cádiz.

"La impresión es que la gente todavía no ve la envergadura de esta obra, pero cuando eche a andar sí se dará cuenta", explica el director del ferrocarril urbano, Enrique Salvo. Porque, como atestigua, ejecutar 14 kilómetros de Metro, diez de ellos soterrados, "en espacios que a veces son muy estrechos, es una operación difícil". Y todo ello buscando afectar lo menos posible a vecinos y comerciantes.

Los números que rodean esta infraestructura, no sólo en lo relativo a los más de 600 millones de euros de inversión que finalmente se llevará la obra, sino también en el volumen de empleo que genera, ponen de manifiesto la dimensión de la misma. Los datos aportados por el Metro a este periódico constatan que este mes de septiembre han sido unos 3.000 puestos de trabajos los generados por la obra, mas de la mitad de los mismos directos y resto indirectos e inducidos. La inmensa mayoría forman parte de lo que podría considerarse la infantería de la obra, es decir, personal directamente vinculado a su construcción, con el 88% del total (1.494), mientras que la parte restante se divide entre el personal técnico (10,2%) y administrativo, con el 1%.

Todo ello está generando especial satisfacción en los responsables de la obra y obliga a, en un escenario como el actual, tratar de mantener en la línea de lo posible la "empleabilidad" actual del proyecto. "El objetivo es seguir en esta línea y hay acciones pendientes, como las tareas de instalaciones y arquitectura que nos permitirá hacerlo", comenta. A ello va a contribuir el avance en los trabajos de excavación de los túneles en La Unión, Juan XXIII y Callejones del Perchel, así como el futuro inicio de los tajos en la zona de la Alameda Principal y el Paseo del Parque.

En este sentido, Salvo es claro al vaticinar futuras ampliaciones de la red del ferrocarril urbano a otras zonas de la urbe. "Cuando echen a andar las líneas 1 y 2 los vecinos empezarán a exigir que el Metro llegue a sus barrios; el Metro se sabe cuando se empieza pero no cuando se acabará", señala.

Otro de los aspectos en el que hace hincapié el responsable del suburbano es el origen de las empresas hoy vinculadas a su ejecución. Dos de las integrantes de la unión temporal de empresas (UTE) a la que la Junta de Andalucía adjudicó el proyecto (encabezada por FCC), Sando y Vera, son malagueñas, y a ellas se suman desde el inicio de la obra otras muchas en los tajos.

Sobre ello, Salvo indica que alrededor del 77% (919) de los empleados trabajan en empresas constructoras que proceden de la provincia de Málaga, un 6% de compañías del resto de Andalucía, el 14% del resto de España y el 3%, del extranjero. "Es un Metro muy malagueño", dice. Al tiempo, pone el acento en que ello demuestra que los empleados de la provincia no sólo saben hacer viviendas, sino también infraestructuras de este calado.

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