Un doblete de Dybala y un gol de Chiellini permitieron a la Juventus arrollar al Barcelona en la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones, lo que obligará a los azulgrana a hacer otro milagro en el Camp Nou sin quieren estar en semifinales.

El Barça se vio sorprendido por el agresivo comienzo de partido de la Juventus, que dio ya dos avisos en los primeros 180 segundos de juego, con un remate alto de Khedira y un cabezazo de Higuaín parado por Ter Stegen. La presión de los turineses tuvo premio en el minuto 8, cuando Cuadrado sirvió a Dybala en el área, tras encarar a Mathieu, y el argentino ajustó el balón al segundo poste con la pierna zurda sin dar opción al meta barcelonista.

La primera reacción del Barcelona se originó en una intuición de Messi, que permitió a Iniesta presentarse en un mano ante Buffon con un gran pase al hueco tras regatear a Khedira. El centrocampista chutó con la pierna derecha, pero el portero italiano envió el balón a córner con una gran intervención, que resultaría además determinante para el segundo tanto del Juventus. De hecho, precisamente en un contragolpe nacido de esa acción los turineses lograron ampliar distancias, de nuevo con Dybala, quien aprovechó una asistencia de Mandzukic para golpear con un zurdazo que sorprendió a Ter Stegen.

El conjunto de Luis Enrique terminó creciendo la primera mitad y también le fue correctamente anulado un gol por fuera de juego de Luis Suárez en una acción que había culminado con un gol de Messi. La segunda parte empezó con el cuadro catalán mucho más agresivo, aunque fue la Juve quien siguió creando ocasiones peligrosas. Tras dos oportunidades desaprovechadas por Higuaín, los locales consiguieron el gol del 3-0 gracias a un cabezazo de Chiellini en un córner.

Ya sin otra opción que apretar en busca de un gol, el Barça se volcó al ataque y estuvo a punto de recortar distancias en el minuto 68, cuando Buffon despejó a córner en un mano a mano con Luis Suárez. Después de esa oportunidad, la defensa de los blanquinegros, que sólo ha concedido dos goles en esta edición de la Liga de Campeones, confirmó su gran solidez y logró contener el ímpetu de los barcelonistas, concediendo sólo algunos disparos desde fuera del área que no crearon especial peligros. Así concluyó otra amarga cita europea para un Barcelona que deberá tirar de la épica para seguir vivo.