Golpe de mano de Coma en la primera etapa

El qatarí Nasser Al-Attiyah, al volante de un BMW, y el español Marc Coma, con una moto KTM, se convirtieron ayer en los primeros líderes del Rally Dakar 2009 tras disputarse la primera etapa entre Buenos Aires y Santa Rosa de la Pampa.

El primer día de competición también dejó a un menor de ocho años con una fractura en una de sus piernas y un golpe en la cabeza, luego de que una camioneta Mitsubishi se saliera de la ruta sobre la localidad de Hortensia y embistiera al público.

Las primeras vueltas sobre suelo sudamericano en la historia del Dakar recorrieron 733 kilómetros, entre los que estaban 371 cronometrados, sobre caminos rectos en la llanura pampeana, en los que se apostaron millares de espectadores.

En el inicio de la tarde en Argentina, la carrera en motos dejó como vencedor a Coma, quien desde el kilómetro 70 mantuvo un paso demoledor y se vio beneficiado de un pinchazo del francés Cyril Despres (KTM) en el tramo especial, lo que le causó un retraso de más de 40 minutos.

Como Despres, sus compañeros de equipo, David Casteu y Alain Duclos, también fueron víctimas de problemas en los neumáticos. Con lágrimas a la llegada, Casteu, que alimentaba verdaderas ambiciones, se encuentra a más de una hora de Coma.

Repuntando rápido sobre sus principales rivales, Coma, vencedor en 2006, dio un golpe de entrada fuerte, logrando dejar al segundo colocado, el polaco Jacek Czachor, a 22 minutos, y al esloveno Miran Stanovnik a 24.

"La dificultad de esta especial residía en el kilometraje. Tomé un ritmo prudente, de espera, en esta etapa poco habitual. En este tipo de trazado hay poco trabajo que hacer con la moto, de ahí que haya intentado pilotar básicamente evitando problemas", declaró Coma.

Horas más tarde, Al-Attiyah y su copiloto, la sueca Tina Thorner, adelantaron a tres pilotos de Volkswagen: el español Carlos Sainz, el sudafricano Giniel De Villiers y el estadounidense Marc Milller. El primer Mitsubishi fue el de Luc Alphand en la quinta posición, delante de Stephane Peterhansel, el poseedor del título. Uno de los grandes perdedores del día en autos fue el japonés Hiroshi Masuoka, quien durante mucho tiempo estuvo fuera del camino con problemas de motor.