La apuesta del Betis por tratar de incorporar a Dani Güiza como opción prioritaria para el ataque sigue su curso. Tras la salida oficial de Emana, Pepe Mel ha puesto sus ojos en el jerezano y éste parece tener claro que su preferencia es jugar en el cuadro verdiblanco esta temporada. Pero los problemas marcan una operación que cuenta con el aliciente del entendimiento entre club y jugador.

Por una parte, Güiza debe resolver su rescisión de contrato con el Fenerbahçe, cuyo presidente se encuentra en prisión. El futbolista, además de obtener la libertad, pretende recibir parte de la deuda que el conjunto turco tiene con respecto a su contrato de las pasadas temporadas. El abogado de Güiza, Vicente Montes, ya aclaraba ayer que las circunstancias de su vinculación con el Fernebahçe estaban en proceso de resolución: "Queremos aclarar esto antes que nada. Pero será difícil que sea antes del lunes".

Mientras, el Betis tiene la confianza de que el jugador cumpla con su objetivo de recalar en Heliópolis pese al interés de otros clubes en hacerse con sus servicios. Quique Pina, agente del jugador y máximo mandatario del Granada, escucha ofertas por el futbolista, entre ellas la del propio conjunto nazarí, que optaría a hacerse con el delantero.

La confianza de Pepe Mel en que el jerezano sea el atacante buscado para su equipo ha motivado que el Betis trate de poner todo de su parte para llevarse al futbolista. El deseo de Güiza también dirige la mirada al Villamarín.

Mientras, el Espanyol también podría haberse fijado en el ex jugador del Getafe. A la espera de la posible salida de Osvaldo, el conjunto catalán podría desembolsar una importante cantidad de dinero en la contratación del jerezano, mejorando las condiciones de contrato que el Betis ya habría hablado con éste.

El entorno de Dani Güiza también es consciente de que el futbolista quiere retornar a la Liga española y que pretende hacerlo jugando en el Betis.