Miami Heat empató la final de la NBA al ganar a San Antonio Spurs por 103-84 en el segundo partido gracias a una agresiva defensa, a un parcial de 33-5 entre el final del tercer cuarto y el comienzo del último y a la actuación en ataque de Mario Chalmers, autor de 19 puntos. Chalmers brilló en una noche discreta tanto de LeBron James como de las estrellas de los Spurs, Tony Parker y Tim Duncan, maniatados por la defensa del Heat, que evitó viajar a San Antonio para los tres próximos duelos con un 2-0 que habría sido peligroso.
"Sé que atraigo mucha atención y este equipo ha sido construido de tal manera que si yo atraigo la atención, hay otros jugadores para hacer las jugadas", dijo James presumiendo del plantel de Miami, ya que hoy sobresalieron en ataque Chalmers, Chris Bosh, Dwyane Wade, Ray Allen y Mike Miller. Los Spurs no fueron capaces de repetir las virtudes que les llevaron a ganar el primer partido, pese a que mejoraron el acierto desde la línea de tres. "Tony, Manu (Ginóbili) y Timmy anotaron diez de 33. Fallar lanzamientos y perder la pelota es una mala combinación", dijo el técnico de los Spurs, Gregg Popovich, que destacó el trabajo de Miami.
En el cuarto inicial, los Spurs sumaron las mismas pérdidas de pelota que en todo el primer encuentro (cuatro) por culpa de la intensa defensa del Heat, incapaz sin embargo de contener los triples de Danny Green (tres de tres). Miami no capitalizaba las pérdidas con las transiciones rápidas y echaba de menos a James, que sólo anotó dos puntos en cuatro lanzamientos en el primer cuarto. Wade lideraba el ataque del campeón penetrando y partiendo la defensa de los Spurs, que sobrevivieron en el primer cuarto (22-22) gracias a los triples (cuatro de cinco).
Los grandes protagonistas -Duncan, Parker y James- sólo anotaron una canasta cada uno en los primeros 12 minutos. Un triple del argentino Manu Ginóbili dio una renta de 34-29 a los Spurs con una defensa ya tan fuerte como la de su rival. El Heat tenía a los secundarios Chris Andersen y Chalmers como máximos anotadores con siete puntos y en San Antonio destacaba otro hombre del banquillo, Gary Neal. Parker fue la primera de las estrellas en dar un paso adelante, aunque duró poco. Le respondieron Allen y Wade. Green replicó con su cuarto triple en una sucesión de aciertos por ambos equipos.
Un parcial de 5-0 al final rompió la igualdad y permitió que Miami cerrara la primera mitad con una ventaja de 50-45 gracias a su defensa y a los puntos de Wade y Chalmers. Y ello a pesar de que James sólo anotó cuatro puntos y al acierto desde el triple de San Antonio (siete de diez) y en especial de Green (cuatro de cuatro). Miami extendió su renta a ocho puntos (54-46), pero San Antonio respondió con un parcial de siete cero con otro triple de Green, que acertó todos sus lanzamientos de la noche y fue el máximo anotador de los Spurs con 17 puntos. Bosh y Chalmers anotaban lo que no podía James, superado en defensa por Kawhi Leonard y Green, lo que minó su confianza. No importó el bache de su gran estrella. Miami se despegó al final con un parcial de 14-3 con dos triples de Allen y Miller y un dos más uno de Chalmers. El campeón empezó el último periodo con su mayor renta de la serie hasta el momento (75-65).
No estaba James, pero sí sus compañeros y la defensa, que ahogó tanto a Parker como a Duncan. "Nos superaron", admitió el pívot, que sólo anotó tres de 13 lanzamientos. "Jugué falta", reconoció. "Hicieron una gran defensa, fueron muy agresivos", dijo Parker, dando todo el crédito del triunfo al juego del rival.
El partido se rompió definitivamente con un parcial de 7-0 al comienzo del último cuarto. James, que no entró en pánico pese a su escaso acierto y acabó con 17 puntos, tuvo además su momento con un gran tapón sobre Thiago Splitter, jugada que terminó en triple de Allen. Luego robó una pelota e hizo un mate que provocó el estallido del AmericanAirlines Arena, además de un triple que puso un contundente 94-67. El parcial era ya de 33-5. "Pasar la pelota es contagioso y permite que todos estén involucrados", dijo James sobre su juego, más como facilitador que como anotador en una mala noche en ataque (siete aciertos de 17 lanzamientos).
Popovich empezó a pensar ya en el partido del martes, el tercero de la final y el primero en San Antonio, y dio descanso a sus titulares a falta de siete minutos para el final. Su homólogo, Erik Spoelstra, se resistió un poco más, pero terminó haciendo lo mismo. "Queríamos mandarles un mensaje. Hicimos un gran trabajo", presumió Chalmers de un triunfo aplastante.
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