Yamaha está a una victoria de la número 500 en la historia de la fábrica del diapasón en el mundial de motociclismo y tanto Valentino Rossi como Maverick Viñales ansían subir a lo más alto del podio jerezano para inscribir su nombre con letras de oro. El italiano, el más laureado de la marca nipona con 55 victorias, admitía la importancia de alcanzar esta cifra de triunfos: "Es un número importante para Yamaha y para todo el equipo. Así que lo intentaremos", reconocía Rossi en la rueda de prensa del pasado jueves en el trazado jerezano.

En Austin no pudo ser. Viñales se fue al suelo en las primeras vueltas y Valentino Rossi acabó segundo por detrás de Marc Márquez, que estrenaba su casillero de victorias este 2017. El de Urbino no tuvo muchas opciones en Texas.

Jerez es, históricamente, un circuito en el que las Yamaha siempre han ido bien aunque ayer había que irse hasta la sexta posición para encontrar a Maverick Viñales. Dominaron las Honda y hasta Ducati metió a Jorge Lorenzo y a Danilo Petrucci por delante, aunque este último sólo fue una milésima más rápido que Maverick, única Yamaha que entró entre los diez primeros. Pero esto es como termina y no como comienza y tanto Viñales como Rossi -que el año pasado en Jerez hizo 'pole' y carrera- están a tiempo de reaccionar.

Jerez uniría un poco más su nombre al de la firma nipona si alguno de sus dos pilotos oficiales logra el triunfo número 500 en el trazado de la carretera de Arcos. De momento, el triunfo 499 corresponde a Viñales. El 498, también.