La pandemia mundial del coronavirus COVID-19, que cortó de raíz las distintas competiciones el pasado mes de marzo, amenaza seriamente el inicio de la nueva temporada en el fútbol base de la provincia. Para muchos, el protocolo de actuación para la reanudación de los entrenamientos de pretemporada elaborado por la Consejería de Salud de la Junta y que la RFAF ha comunicado a los clubes es de difícil ejecución, amén de que muchos de los clubes de cantera -sólo en Jerez y su comarca hay más de 30- dependen de los ayuntamientos al desarrollar sus actividades en instalaciones -algunos incluso compartiendo un mismo campo- de titularidad municipal.

Por este motivo, la Asociación de Clubes de Fútbol Base de Jerez, que preside desde hace unos meses Fernando Gálvez, se reúne este miércoles con el director del Área de Deportes del Ayuntamiento de Jerez, Abraham Hernández, para conocer de primera mano la intención del gobierno municipal en esta materia, con una premisa que es clarísima: es imposible siquiera plantear el inicio de los entrenamientos con las instalaciones municipales cerradas. Además, parece lógico pensar que las administraciones -en este caso los Ayuntamientos- no procederán a la apertura de instalaciones sin conocer en qué fecha comenzarán las competiciones (se habla, dependiendo de las categorías, entre octubre y enero). Y, para colmo, están los gastos en materia sanitaria y de seguridad generados del COVID-19. ¿Quién se hace cargo de la limpieza y desinfección de las zonas comunes y los terrenos de juego? ¿El Ayuntamiento, los clubes, gastos compartidos?

Hay dirigentes que opinan que no hay que volver hasta que sea seguro y padres que tienen miedo a que sus hijos se expongan

La Asociación de Clubes jerezana también tiene muchas dudas en cuanto al cumplimiento del protocolo, que exige un máximo de 25 jugadores por entrenamiento y campo de juego. Esto es principalmente problemático en los clubes que tienen un mayor número de equipos y que entrenan en una misma instalación. Si hasta ahora, encajar el número de horas de entrenamientos era una tarea ardua para los responsables del Área de Deportes (no es raro ver a dos equipos entrenando cada uno en medio campo), con estas restricciones la misión se antoja aún más complicada: "No sé cómo lo van a hacer", sopesa Gálvez.

Además, la Andaluza advierte de que para comenzar los entrenamientos, los jugadores deben tener cursada su licencia federativa para la nueva temporada, así como la mutualidad, un gasto extra para unas entidades sin apenas ingresos desde la paralización de las ligas en el pasado mes de marzo. "Vamos a solicitar al presidente de la Gaditana una reunión para que nos aclare varios puntos de este protocolo", expresa el dirigente de la asociación jerezana que, personalmente, ve "inviable" la situación. "Lo primero de todo es la salud de los niños. Hay dirigentes de clubes que opinan que el fútbol base no puede volver hasta que no sea seguro o haya una vacuna. Yo lo veo difícil. Hay padres que quieren seguir, pero también nos dicen que hay miedo. El primer paso es esta reunión con el Ayuntamiento y con lo que nos digan convocaremos una reunión y lo trataremos entre todos".