Carlos Ríos se sentará esta tarde ante el Barcelona B por última vez en el banquillo del Xerez y ayer no dudó a la hora de admitirlo. "Prefiero centrarme en el partido pero probablemente es así. Desgraciadamente, en el fútbol priman los resultados y es evidente que los resultados no han llegado en mi caso. Además, la situación del club no es nada fácil". El Atlético Sanluqueño, casi con toda seguridad, será su próximo destino, con lo que se verá las caras con el Deportivo nuevamente la próxima temporada en Segunda B.

En cuanto al choque ante el filial del Barça, el preparador azulino lo calificó de "descafeinado porque ya no hay nada en juego, pero no me gustaría que se repitiera el resultado de la pasada temporada, vamos a competir para ofrecer una buena imagen. Queremos cerrar la temporada de la forma más digna posible".

Cuando llegó al Deportivo no imaginaba "un final de campaña así, esperaba que la cosas salieran bastante mejor, aún sabiendo que todo era muy complicado. El fútbol es así". Y tampoco daría marcha atrás en ninguna de sus decisiones y eso que algunas fueron bastante polémicas en su momento. "Por mi forma de ser, no soy de cambiar mucho. Cuando tomas una decisión es porque piensas que es la adecuada para ese momento y más tarde, si te equivocas o no es fácil decir lo contrario. Estoy muy tranquilo en ese aspecto".

Salvar al equipo era difícil y ganarse el cariño de la afición, también. Él no ha logrado ninguna de las dos cosas y resalta que "no sé si la gente valora mi trabajo o no, yo lo he dado todo. No estoy contento con los resultados pero sí con el juego, el equipo ha sido competitivo, excepto en algunos encuentros concretos, pero no nos ha llegado para sumar los puntos necesarios para salvar la categoría".

"Cuando llegué -resalta-, creía que era posible la salvación, aunque tenía asumido que siete puntos era una montaña complicada de escalar por la situación de la entidad y por tener que competir con un delantero sólo, no hay ningún equipo que compita con un punta únicamente en ninguna categoría. Hemos tenido mala suerte con las lesiones de Íñigo Vélez, José Mari y Ogbeche, con lo de Patiño y menos mal que pudimos incorporar al final a Bodipo. Esta semana, por ejemplo, hemos citado al juvenil Javi, es que ahí no hemos tenido competencia para hacer mejorar a los jugadores y eso a la larga se termina notando".

Pensando en el futuro y en el Xerez de la próxima temporada, aclara que "ni me han llamado ni creo que lo hagan. Yo tenía mucha ilusión por entrenar a este equipo y estoy orgulloso de haberle entrenado porque es un club con una historia importante pero no me veo aquí. A mí, me gustaría estar al frente de un proyecto desde el inicio con estabilidad deportiva y económica y aquí ahora no hay nada claro, hay muchas piedras en el camino. Llevo tres equipos seguidos en situación límite y estoy cansado, necesito otro tipo de experiencias más tranquilas. En un futuro, igual me aventuro otra vez por una situación de este tipo pero ahora mismo, no . El desgaste es grande".

Por último, Carlos Ríos explicó que "el Xerez tiene que ser cuanto antes un equipo de Segunda División A y la próxima temporada va a ser muy difícil para todos. Aspirará al ascenso pero todos los estamentos deben tener paciencia y no sé si la habrá porque ningún equipo se pasea por ninguna categoría y menos por Segunda B. No se asciende en la jornada diez y el próximo año el grupo será difícil, con equipos de la misma entidad que el Xerez y las prisas pasan factura. El Xerez tiene historia, un escudo, una afición pero no se asciende ni se ganan partidos con eso, para subir hay que pelear y luchar mucho en cada partido".