El peligro de ver enrarecida la convivencia en la selección
Los cuatro Real Madrid-Barcelona han complicado el trabajo del seleccionador de España, Vicente del Bosque, que tendrá que recurrir a todo su arte en el manejo de grupos para recomponer las relaciones entre los campeones del mundo. "Somos profesionales", repitieron el martes por la noche el barcelonista Xavi y el madridista Xabi Alonso, tras el último de los cuatro clásicos.
Los dos jefes del centro del campo de España ni siquiera se cruzaron en las catacumbas del Camp Nou. Es costumbre en Barcelona que los equipos atiendan en lugares distintos a la prensa, cada uno por su lado: un símbolo del estado actual de la selección española.
Alonso desmintió a través de su twitter una declaración que se le atribuyó diciendo que algunas relaciones entre jugadores de ambos equipos "estaban rotas". La anécdota, sin embargo, muestra que el debate está en la calle.
El propio Del Bosque lo abordó un día antes del partido en el Camp Nou. "Puede estar todo el mundo tranquilo porque vamos a estar vigilantes", dijo Del Bosque el lunes en la Cope. "Los jugadores que no se hagan acreedores de nuestra confianza o que trasladen a la selección el mal ambiente reinante tendrán que ser consecuentes con sus actos y serán sólo ellos los responsables de ganar o perder el privilegio de pertenecer a la plantilla de la selección española", agregó.
Las consecuencias de la tetralogía de clásicos se conocerán con más nitidez a principios de junio, cuando España se enfrente en sendos amistosos a Venezuela y Estados Unidos. La lista para esos partidos dirá mucho sobre la actitud de los jugadores.
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