El Xerez Deportivo FC se estrenó en Chapín con una  goleada (4-1) ante El Torno, aunque  en la primera parte le costó superar a un rival muy ordenado, bien cerradito, con los conceptos básicos muy claros  y que llegó a Jerez con la lección muy bien aprendida. Eso de encajar ocho goles como el Español de Vejer no iba con ellos.

Carlos Orúe ha colocado el listón muy alto esta temporada a sus jugadores pero no siempre se pueden llevar a la práctica todo lo que se ensaya,  unas veces por aciertos del contrario y otras por la precipitación o los errores propios.A los azulinos, algo tensos y con demasiadas ganas de agradar a sus aficionados en su vuelta a casa en Liga,  les costó más de lo esperado asentarse y hacerse con las riendas del partido.

Sus imprecisiones en los pases y en los metros finales les impidieron de salida hacer daño a un rival sin complejos e intentado plantar cara al 'gigante' a la contra. De ese modo, le hizo daño el pasado ejercicio, cuando fue capaz de arañar un empate de Jerez y superarlo en el Trofeo de Torrecera.

La lata, de todos modos, se abrió pronto, superado el cuarto de hora. Un claro penalti de Petete a Padilla lo convirtió con seguridad y maestría Guille, que se convertía en el primer goleador en casa de la temporada. El '9' lo celebró a lo grande y, como siempre, con su particular homenaje al sevillista Antonio Puerta.

Los xerecistas, una vez inaugurado el marcador, siguieron a lo suyo y se soltaron un poco. En todo momento, intentaron marcar el ritmo y continuaron con acercamientos al área amarilla pero sin puntería y con fallos poco habituales en las entregas. La velocidad de Biri también comenzaba ya a hacer mucho daño.

En el minuto 26, un centro-chut de César lo desvió con acierto Pedro a saque de esquina y en el 29, evitó otra vez el tanto azulino al desviar un remate de Romerito, que había subido a rematar una falta.

Antes del descanso, el meta Pedro estuvo a punto de dejar a su equipo con inferioridad. Tuvo que salir fuera del área a la desesperada para obstruir a Rosillo, que se marchaba solo, y vio la cartulina amarilla.

Una de las opciones más claras para los visitantes llegó justo al final del primer tiempo. Un disparo del ariete Láinez lo detuvo Edu Villegas.

Nada más arrancar el segundo tiempo llegó la sentencia azulina, sacando máximo partido a la estrategia. Una falta lanzada por Guille la remató de cabeza Romerito. Era el 2-0 en el minuto 50. Confirmaba la intensidad con la que el combinado azulino había regresado.

A partir de ese momento llegaron los mejores momentos de un Xerez DFC que ya sí que comenzó a gustarse y a hacer más su juego. Guille tuvo en sus botas el 3-0 con un tiro que desvió un defensa a saque de esquina. Fue el germen del tercero. El córner botado por Copero acabó en gol del ariete de cabeza (54').

Ese tanto casi desarmó a un cuadro amarillo que lo había dado todo y que a partir de ese momento se dedicó más a evitar la goleada que a crear peligro, aunque nunca renunció a montar contragolpes cada vez que se le presentaba la oportunidad.

Con el partido resuelto, el argentino Dani Pendín se llevó una de las grandes ovaciones de la tarde al entrar en el campo en lugar de César. Por el argentino no pasa el tiempo y sigue llegando con cada una de sus acciones a una parroquia para la que es algo más que su líder.

Cuando todo el mundo en la grada esperaba con ganas el cuarto, los visitantes tuvieron su momento. Acortaron distancias con un tanto olímpico de José, aunque el árbitro en el acta se lo coloca de forma errónea a Jeray. El hábil jugador botó un córner muy cerrado que Villegas no acertó a despejar aunque llegó a tocar el balón.

Tras la entrada de Pendín, el entrenador azulino fue moviendo el banquillo, con retoques tácticos incluidos, y también tuvieron minutos Barba, Pedro Herrera, Orihuela y el meta juvenil Marrufo, que entró en la lista por la lesión en un hombro de su compañero Pablo Serrano.

Los azulinos no se conformaban con el 3-1 y aprovecharon que su rival perdió fuerzas porque el cansancio físico le pasó mucha factura para redondear una buena tarde de estreno.

Otra vez el balón parado tomó protagonismo sobre el césped de Chapín. Sin Romerito ya en el campo, Lolo Garrido tomó el relevo. El centrocampista logró el 4-1 ya sobre la bocina con un buen testarazo tras un saque de esquina que llevó la marca de Orihuela.

La afición se marchó satisfecha con el estreno, aunque con la clara sensación de que el equipo irá a más a medida que vayan transcurriendo las jornadas. Calidad y potencial tiene. Para abrir boca, conserva el liderato con plenos de puntos (seis), los mismos que ha sumado el también recién ascendido Ubrique, aunque los serranos han marcado cuatro goles menos que los azulinos.