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Economía

El plan de pensiones, una opción más de ahorro

  • Completar los ingresos tras la jubilación es cada vez más necesario. Aproveche las alternativas que ofrece el mercado

LLEGADO el momento de la jubilación nuestros ingresos pueden sufrir un fuerte recorte y por ello es importante contar con un extra que complete la pensión recibida. Cuanto antes se empiece a ahorrar, además, menor será el esfuerzo financiero a realizar.

Para gestionar ese ahorro es recomendable utilizar distintos productos que se adapten tanto a la evolución de los mercados como al perfil de riesgo de cada ahorrador y a los años que falten para alcanzar la jubilación. Como norma general, cuanto más lejos quede la jubilación, más se puede arriesgar al invertir con el fin de obtener una mayor rentabilidad (no olvidar que a mayor potencial de revalorización, más riesgo implica la inversión). A medida que se vaya acercando la edad de la jubilación (a partir de los 55 años), lo recomendable es apostar por alternativas más conservadoras que ayuden a consolidar lo ganado.

Las alternativas de inversión son múltiples y no son excluyentes. Al contrario. Siempre que se pueda, lo más conveniente es diversificar. Por un lado, tendríamos los productos de ahorro-previsión, alternativas destinadas específicamente para completar la pensión. Son inversiones de largo plazo y suelen tener una liquidez limitada (no se pueden rescatar hasta la jubilación, salvo supuestos muy concretos, o cuentan con una penalización si se rescatan anticipadamente). Dentro de estas alternativas están los planes de pensiones (PPI), los planes de previsión asegurada (PPA), los planes individuales de ahorro sistemático (PIAS), los seguros de pensiones o los seguros de rentas vitalicias. Por otro lado, estarían el resto de activos financieros (acciones, bonos, fondos de inversión, etcétera), que por su mayor liquidez pueden ser un buen complemento de los productos de ahorro- previsión.

El plan de pensiones es el producto más utilizado para gestionar los ahorros destinados a completar la pensión. Sus ventajas frente a otras alternativas de ahorro-previsión son el tratamiento fiscal que tienen las aportaciones (se pueden reducir, hasta los límites marcados por la ley, de la base imponible del IRPF) y la, cada vez mayor, diversidad de productos existentes (en estos momentos hay más de 1.000 planes diferentes registrados en la Dirección General de Seguros).

Sus grandes inconvenientes son su iliquidez y que el ahorro fiscal que se disfruta en las aportaciones se pierde en el momento del rescate: las prestaciones que se reciben tributan como rendimientos del trabajo, sujetos a retención a cuenta, y tributan al tipo marginal que corresponda (y que puede verse incrementado por el cobro de estas prestaciones).

También hay que tener en cuenta que las aportaciones están limitadas. Para menores de 49 años, el límite máximo de aportación anual es de 10.000 euros. A partir de 50 años cumplidos, el límite es de de 12.500 euros anuales.

A la hora de invertir en planes de pensiones, recomendamos, en la medida de lo posible, realizar una buena diversificación tanto con planes de bajo riesgo (planes de renta fija y de retorno absoluto) como con productos mixtos y con productos de renta variable. El dinero invertido en un plan puede, además, traspasarse sin coste a otro plan, lo que facilita ir adaptando la estrategia a los mercados y el paso del tiempo.

Mar Barrero es analista financiero y miembro del comité de inversiones de Profim

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