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Economía

Las sombras del 'paraíso' alemán

  • Trabajadores españoles cualificados, como enfermeros, denuncian que ni sus sueldos ni sus condiciones laborales se corresponden con su titulación.

Trabajadores españoles en Alemania, principalmente en los sectores de la salud y la hostelería, experimentan las sombras del aparente paraíso laboral germano, un problema de subempleo no cuantificado que vigilan de cerca los sindicatos.

El miércoles, un grupo de enfermeros españoles se concentró ante el Ministerio de Sanidad alemán para denunciar las condiciones en las que trabajan en la empresa GIP, que presta cuidados sanitarios, y reclamar cobrar el mismo salario que sus compañeros alemanes. Su lucha fue impulsada por el Grupo de Acción Sindical (GAS) organizado por activistas del 15-M de Berlín y está apoyada ya por el sindicato Ver.di, la principal fuerza en Alemania.

"Hay más empresas que aplican esos contratos leoninos, pero el caso de GIP es especialmente dramático" al cobrar 9,5 euros la hora, en ocasiones un 40% menos que sus colegas alemanes, señaló Kalle Kunkell, responsable del área de Sanidad en Ver.di en Berlín.

Decenas de enfermeros fueron contratados en España y cuando llegaron a Alemania comprobaron que las condiciones pactadas eran inferiores a las que les corresponderían por su categoría profesional, con jornadas y turnos de trabajo interminables, explicó durante la concentración Alba Díez.

Uno de los principales problema es el idioma: convalidar el título de Enfermería exige contar con un nivel B2 de alemán y, mientras no lo logran, son "explotados" trabajando como enfermeros y cobrando como auxiliares o ayudantes.

Si deciden rescindir antes del tiempo pactado su contrato, deben pagar una "multa" a la empresa para sufragar los primeros meses en las que ésta les proporcionó alojamiento y clases de alemán.

Esa cláusula, apunta Kunkell, es legal mientras que no se aplique de manera abusiva, algo que se está investigando porque parece ocurrir en algunos de estos casos.

Para el grupo sindical son "contratos mordaza", que pueden llegar a exigir el pago de más de 6.000 euros para ser rescindidos. Según Miguel Sanz, uno de los miembros de GAS, la situación de los trabajadores españoles en Alemania es muy diversa y hay que distinguir, por ejemplo, entre los titulados superiores técnicos, normalmente ingenieros, con alto nivel de inglés y que no encuentran mayores problemas en el país, y quienes ocupan empleos en sectores menos cualificados.

Son en muchos casos licenciados que se ven superados por las dificultades de encontrar vivienda y los trámites burocráticos para convalidar sus estudios mientras intentan conseguir el título de alemán. Pasa el tiempo, se acaban los ahorros y con la "desesperación" muchos acaban aceptando empleos por debajo de su cualificación o mini-jobs, contratos con un salario máximo de 450 euros con los que pueden verse obligados a trabajar a jornada completa, apunta Sanz.

Según el informe de junio de la Oficina Federal de Empleo alemana, en el país trabajan 63.584 españoles. De ellos, algo más de 56.000 cotizan a la Seguridad Social y 7.500 no lo hacen al contar sólo con un mini-job. Las estadísticas recogen además a 6.442 parados españoles.

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