Cientos de personas esperaban ayer ante la puerta del Banco de España (BdE) en diferentes ciudades para cambiar sus pesetas por euros en la última jornada en la que era posible realizar el canje.

En Madrid, con más de treinta grados de temperatura, los congregados han formado una cola que ha superado en algunos momentos los cien metros y que ha remontado la calle de Alcalá de Madrid hasta el Círculo de Bellas Artes. La espera ha sido larga para muchos ciudadanos. “Llevo desde las ocho y media y ya son las doce y media. Lo peor es que me dicen que dentro del banco me esperan otras dos horas”, lamentaba Paula, una estudiante de Derecho. La imagen en la entrada del Banco de España era diversa: jóvenes, personas mayores, hombres y mujeres, todos con ganas de cambiar sus pesetas en las últimas horas en las que era posible hacerlo.

En la cola había incluso profesionales de las finanzas. Es el caso de Jesús, analista de Valores, quien quería cambiar cuatro monedas conmemorativas de 2.000 pesetas (12 euros cada una) que tenía olvidadas en un cajón de casa.

La cantidad de pesetas que unos y otros querían cambiar oscilaba entre un puñado y las que podían caber en una bolsa de la compra o, incluso, en una maleta.

“Voy a cambiar unas 150.000 pesetas (901 euros) que me encontré en casa ayer. Mis padres me han pedido que las cambie y aquí estoy esperando en la fila”, explicaba Lucas, técnico de mantenimiento del AVE.

Los españoles han canjeado billetes y monedas en pesetas por un importe de algo más de dos millones de euros durante la semana comprendida entre el 21 y el 25 de junio, un proceso que se ha ido acelerando en los últimos días ante el fin del plazo para poder cambiarlas.