Programación Guía completa del Gran Premio de Motociclismo en Jerez

josé mercé, Cantaor

"Con lo poco que teníamos, no cambio mi infancia por la de un niño de hoy"

"Con lo poco que teníamos, no cambio mi infancia por la de un niño de hoy"

"Con lo poco que teníamos, no cambio mi infancia por la de un niño de hoy" / josé ramón ladra

-¿Qué queda de aquel niño que cantaba en el coro de voces blancas de la Patrona de Jerez en la Basílica de la Merced?

-Queda todo de lo aprendido aquellos años, sólo que con más edad y con mucha más vida recorrida. Fue una influencia maravillosa en mi infancia, algo de lo que siempre estaré profundamente orgulloso.

-¿Qué recuerda de sus primeros años en la calle de la Merced, en el flamenco y jerezano barrio de Santiago?

-Pues echo la vista atrás y saco una conclusión: no cambiaría mi infancia por la de un niño de hoy en día. Vamos, no lo haría ni muerto. Jugábamos en la calle y, como no teníamos casi de nada, pues poníamos a funcionar la cabeza y la imaginación. Y la verdad es que nos lo pasábamos estupendamente. Hombre, también debo reconocer que por la calle pasaban muchos menos coches que ahora.

-¿Qué tal la experiencia televisiva en el programa de talentos La Voz?

-Ciertamente me lo he pasado muy bien. Ha sido una experiencia hermosa en la que he podido conocer a muchos jóvenes que prometen, que pueden tener un futuro artístico importante. Eso sí, trabajar en televisión es algo muy cansado...

-Imagino que algo habrá que no le haya gustado...

-Pues sí. Se canta demasiado en inglés. No hacen otra cosa que cantar en ese idioma y no lo entiendo. Los jóvenes deberían hacerlo más en castellano, que el español no tienen que aprenderlo, que ya lo traen de casa (ríe). Espero que sigan este consejo próximamente, en las nuevas ediciones.

-Cambio de aires radical: ¿Qué es el duende?

-(Silencio). Vamos a ver, yo creo que es algo inexplicable. No sé ni cómo decirlo. Imagine uno de esos días en los que estás mal, pero que muy mal, que tienes penas hondas encima, que lo último que te apetece es subirte a un escenario y cantar. Pues bien, das el paso adelante y das uno de los mejores conciertos de tu vida. Aparece el duende por allí... Eso es así.

-Imagino que el referido duende deberá pillarle a uno trabajando, como la inspiración a los escritores o las musas a los poetas, porque si no...

-Eso es algo que está absolutamente claro. Si no se trabaja no se te aparece el duende del flamenco ni el mismísimo genio de la lámpara (ríe). Hay muchas personas que hablan del concepto suerte y yo soy de los que realmente creen que la suerte no existe, que hay que perseguirla, hay que buscarla. Creo que todos tenemos ese deber: buscarla.

-¿Recuerda alguna experiencia en la que la inspiración llegara de forma inesperada?

-Pues fue precisamente en el Teatro Lope de Vega de Sevilla. Ese día estaba mal de voz. Estaba a un solo paso de comunicar a los asistentes que el concierto se suspendía, pero mi querido Morao (Moraíto Chico, guitarrista flamenco que le acompañó hasta su muerte) me dijo que de eso nada de nada. Que tenía la obligación de dar el paso al frente.

-¿Y qué sucedió?

-Pues que Morao me fue embaucando, engatusando, con la guitarra, me metió en el capote de sus sones y mientras yo cantaba lo miraba y él estaba llorando. Fue una de las mejores noches que tuvimos. Aún se recuerda.

-¿Para cuándo editará la antología que grabó en la Bienal de Flamenco de Sevilla?

-Aún no tiene fecha, me imagino que para finales de 2017 o comienzos de 2018.

-Doctor, hágame un diagnóstico del estado actual que tiene el arte flamenco en España.

-Estamos en un momento en el que hay mucha gente joven que está haciendo cosas muy interesantes, pero el gran problema es que no le estamos dando el sitio que se merece al flamenco. Nos llega cualquier música de otro país y le damos más sitio. Y así cometemos un grave error pues el flamenco es nuestra marca España.

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