España

Dolor y emoción en el funeral por los militares fallecidos

  • Al acto, presidido por el Príncipe de Asturias, han asistido el presidente del Gobierno y la ministra de Defensa, Carme Chacón.

El Príncipe de Asturias ha presidido el funeral por los cinco militares fallecidos el pasado jueves durante un ejercicio de destrucción de explosivos, en un acto cargado de emoción al que han asistido el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y la ministra de Defensa, Carme Chacón.

Entre los acordes de la marcha fúnebre de Chopin y ante el dolor de los familiares, los restos mortales de los militares entraron en el patio de armas de la Brigada Acorazada XII en El Goloso a hombros de sus compañeros y cubiertos con la bandera de España, para ser colocados en sus correspondientes catafalcos.

Además del Príncipe de Asturias, el jefe del Ejecutivo y la titular de Defensa, también han asistido el jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general José Julio Rodríguez; la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal; el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, como presidente regional en funciones, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón.

Antes del inicio de la ceremonia religiosa, el Príncipe de Asturias, visiblemente afectado se ha acercado a las familias de los fallecidos para darles el pésame y saludar al cabo primero que resultó herido leve, J. Herminio Álvarez Gómez, quien ha acudido al funeral por sus compañeros tras ser dado de alta.

En el transcurso de la homilía, el vicario general castrense, Juan Del Río, ha destacado que para el militar la muerte "no es un tabú" porque "ha sido educado para asumir su propia entrega como precio a la seguridad, a la defensa y a la libertad de los hombres".

Una vez concluida la ceremonia religiosa, el Príncipe impuso sobre los féretros de los militares fallecidos la Cruz al Mérito Militar y Naval con distintivo amarillo, a título póstumo.

La solemnidad y la emoción han rodeado el funeral, que se ha intensificado con el homenaje a los caídos por España y la interpretación de La muerte no es el final, mientras los banderines de las unidades a las que pertenecían los fallecidos les rindieron  homenaje.

Al término del acto, los compañeros de los fallecidos han recogido las banderas de España que cubrían los féretros, las condecoraciones y las gorras, para entregárselas a los familiares de los fallecidos.

El himno nacional ha puesto el fin a las exequias, con la retirada de los féretros del Patio de Armas.

Tras el funeral, los restos mortales de los militares serán trasladados hasta sus lugares de origen para su entierro o inhumación en la intimidad.

El sargento del Ejército de Tierra Mario Hernández, uno de los cinco militares fallecidos, será enterrado en Zarzuela del Pinar (Segovia), mientras que el cabo del Ejército de Tierra Ángel Díaz Ruíz recibirá sepultura esta tarde en la localidad salmantina de Lumbrales.

Por su parte, Sergio Valdepeñas será enterrado en la localidad madrileña de Parla, y Víctor Manuel Zamora (español nacido en Chile) y el cabo primero Javier Muñoz Gómez serán trasladados al cuartel de Infantería de Marina de San Fernando, en Cádiz, dónde se instalará una capilla ardiente.

El Gobierno ha declarado para  una jornada de luto oficial en las bases, acuartelamientos y buques de la Armada por la muerte de los cinco militares.

Según han informado fuentes del Ministerio de Defensa, el teniente José Manuel Candón Ballesteros y el sargento Raúl Alfonso González, que resultaron heridos graves en el ejercicio de destrucción de explosivos continúan ingresados en el Hospital Gómez Ulla de Madrid con pronóstico estable dentro de la gravedad.

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