El ex ministro de la Presidencia Ramón Jáuregui tiene la sospecha de que hay "un pacto secreto" entre el PNV y el PP para gobernar en el País Vasco después de los próximos comicios autonómicos, que él es partidario de que se celebren cuando toca, en marzo de 2013, sin adelanto electoral. El diputado socialista por Álava dice que le gustaría que se agotase la legislatura, aunque tampoco sería "ningún drama" si el lehendakari, Patxi López, decide adelantar las elecciones al próximo otoño. Si el Gobierno vasco "se siente con capacidad para gestionar el tiempo que queda y hacerlo como lo está haciendo, lo lógico es que aguante hasta febrero", dice, aunque admite que López y su equipo barajarán después del verano cuál es la mejor opción.

Jáuregui declina especular sobre los resultados electorales y, aunque reconoce que un pacto entre el PNV y el PSE siempre ha sido el favorito de los vascos, se teme que si los nacionalistas tienen mayoría con el PP repetirán lo que ha hecho CiU en Cataluña. "Ese horizonte manejan en secreto PNV y PP", advierte, "sinceramente" convencido de que ambos partidos trabajan en esa dirección. No cree, por el contrario, que la suma de los nacionalismos pueda dar una corriente independentista, sobre todo porque "no se van a sumar", al menos en el corto y medio plazo, y porque el País Vasco "no tiene tampoco una expresión identitaria que se plasme en un proyecto independentista mayoritario".

Dado que la izquierda abertzale ha comenzado a prepararse para concurrir a las autonómicas vascas, Jáuregui no cree que el Gobierno vaya a poner trabas porque "no hay ninguna razón como para que alguien pretendiera su ilegalización". Por el contrario, su diagnóstico es que en la medida en que se asienta la apuesta por la política de la izquierda abertzale, "se hace irreversible el fin de la violencia". En su opinión, la presencia de la izquierda abertzale en las elecciones vascas va a representar el colofón de un proceso hacia el juego político, que incluso eliminará "las tentaciones involucionistas que pueda tener la propia ETA". "Quien primero se va a negar a que surja una escisión en ETA va a ser justamente su izquierda abertzale", opina.

Tras indicar que "a nadie se le ocurre pensar que haya que poner trabas a la acción política de Bildu", el portavoz del PSOE en la Comisión Constitucional señala que lo que hay que hacer es ganarles democráticamente. "Demostrar que son unos torpes -apostilla-, que no saben gobernar, que tienen unas ideas del siglo XVIII, que pretenden que pongamos las basuras en postes en las calles, que están en contra de las infraestructuras, que tienen una idea de la fiscalidad completamente vieja. Hay que demostrar que son una gente que no merece la confianza para el futuro".

En cuanto a la política antiterrorista, cree que el Ejecutivo del PP "no sabe muy bien qué hacer todavía en esta materia porque quizás le está faltando dejarse aconsejar un poco más" por el Gobierno vasco o por el PSOE. A su entender, "sería muy inteligente" que el Gobierno avanzara efectivamente de manera individual en la reinserción de presos etarras, sin negociar nada colectivamente.