Las claves
Pilar Cernuda
Lo que paga Pedro Sánchez por ser presidente
Cuenta atrás para el 24-M | la campaña más austera del partido magenta
UPyD no se juega sólo un resultado en sus segundas elecciones autonómicas y municipales sino su propia supervivencia, y lo hace con casi todo en contra: desde las encuestas, que les sacan de muchos sitios, hasta una estructura de partido dañada por la reciente fuga de dirigentes y militantes.
También tiene en contra el ajustado presupuesto para la campaña, ya que sólo dispondrán de 100.000 euros, una cantidad diez veces menor que con la que contaron en 2011, más lo que puedan recaudar a través de una cuestación popular -de momento, unos 20.000 euros- que han puesto en marcha en las redes sociales.
Pese a todo, UPyD ha decidido echar el resto y, aparte de las autonómicas, presentará 9.455 candidatos en las municipales (2.115 más que hace cuatro años) e intentará conjurar el desastre que se le vaticina.
Después de la debacle electoral de marzo en Andalucía, donde no sólo no logró entrar en la Cámara regional sino que incluso perdió apoyos, el partido de Rosa Díez afronta el 24 de mayo un examen decisivo para su continuidad: si no consigue al menos mantener sus fichas, es bastante probable que el tablero se rompa.
Porque la crisis que se abrió tras las andaluzas -ahora congelada hasta ver qué pasa en las municipales y determinar cuánto terreno les come Ciudadanos- será incontenible por mucho que en julio un congreso extraordinario pueda dar un golpe de relevo liderado por la diputada Irene Lozano, que está volcada en capitalizar el descontento interno.
No habrá entonces timón que pueda corregir un rumbo para muchos equivocado desde que Rosa Díez, según sus más críticos, desdeñó un pacto con Ciudadanos para abrir una tercera vía al bipartidismo, un camino que, ahora, según esos mismos sondeos, parece que abrirá el partido de Albert Rivera sin la compañía de UPyD.
A estas elecciones determinantes para UPyD, este partido llega con una presencia institucional que incluye 152 concejales -cinco en Madrid- y un respaldo de 464.824 sufragios (el 2,06% de los votos) y diez diputados autonómicos -ocho en la Asamblea madrileña, uno en Asturias y otro más en el País Vasco, que no celebra elecciones en mayo-.
Su escaso presupuesto le obliga a una campaña muy austera. Se presentará como un partido sin ataduras ni cadenas frente a ninguna otra fuerza, marcando así distancia con Ciudadanos, y hará de la corrupción su principal mensaje. Con estas banderas, busca mantener su base electoral -principalmente en Madrid, Asturias y la Comunidad Valenciana- y contener el trasvase hacia C's, que ya se ha llevado una parte nada despreciable de militantes y un puñado de destacados dirigentes, entre ellos su cara más popular: Toni Cantó.
Una suma de reveses que han puesto muy difícil la supervivencia de un partido que se creó hace casi ocho años en un escenario en el que sólo estaba UPyD como organización en discordia. Ahora, en cambio, sin contar a Podemos, le ha salido un competidor mucho más fuerte en su misma banda.
También te puede interesar