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España

"Ese día hice una obra excelente"

  • El ex general, al que muchos consideran el cerebro de la asonada militar, defiende su inocencia en aquellas dramáticas horas y reitera que se limitó a obedecer órdenes

El ex general de División Alfonso Armada se muestra "muy satisfecho" de su papel durante el 23-F y dice que no hace juicios de lo que le hicieron, sino de su actuación en ese día: "Informé, obedecí y resolví". Cuando se cumplen treinta años de la intentona golpista en la que el teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero secuestró en el Congreso a los diputados y al Gobierno, Armada dice a la Agencia Efe que no quiere hablar de otros y asegura que, en todo momento, obedeció a su mando, el general José Gabeiras -ya fallecido-, entonces jefe del Estado Mayor.

Alfonso Armada Comyn fue condenado a 30 años de cárcel por su participación en los hechos y posteriormente, en diciembre de 1988, fue indultado.

"Para mí, el 23-F es una satisfacción. Creo que es el momento en el que hice el trabajo más importante en mi vida militar, desde mi puesto de segundo jefe del Estado Mayor, informando, obedeciendo y resolviendo una situación delicada. No solamente cumplí con mi deber, sino que hice una obra excelente", resalta. Armada insiste en que el recuerdo que tiene de ese día es "francamente bueno" porque cumplió con su deber.

Diez días antes de la intentona golpista, explica Armada, hablé con el vicepresidente del Gobierno, el teniente general Manuel Gutiérrez Mellado, para informarle "de la situación que tenía España y de la posibilidad de que pudiera ocurrir un hecho violento". "Él creía que yo estaba equivocado o que soñaba y me dio una gran reprimenda. Dijo algo que me dejó completamente convencido y sin contestación: que en mi afán monarquista soñaba, y que él tenía una información mucho más importante que la mía por la que podía asegurarme que estaba equivocado. Que no volviese a hablarle del tema porque perjudicaba la situación".

La tarde del 23-F se enteró de lo que estaba sucediendo en el Congreso cuando estaba con Gabeiras. "En mi puesto", subraya.

Mantiene que no salió del despacho "en toda la tarde" y que no tuvo "la menor discrepancia" con Gabeiras, al que "ayudó y obedeció". "Por la noche, aunque no puedo precisar la hora exacta, en el Congreso estaban un poco nerviosos por la posibilidad de que empleasen a los geos para liberar el hemiciclo", señala.

Armada asegura que aquello, tanto a él como a su jefe, les pareció "un disparate" y que fue Gabeiras quien le ordenó que acudiese al Congreso, consciente de que a él no le recibiría Tejero. "Con el permiso de la Junta de Jefes del Estado Mayor que nos proporcionó un avión para ofrecérselo a Tejero y con conocimiento de la Zarzuela -el general Sabino Fernández Campo me dijo que hablase en mi nombre y no citase para nada el del Rey, cosa que hice- me dirigí con mi ayudante en el coche oficial al Congreso", asevera. Armada, añade que ofreció a Tejero realizar "cualquier gestión" si liberaba a los diputados. Nunca, resalta, "le hablé de la intención de presidir un Gobierno de concentración".

Se ha escrito mucho sin preguntar a los protagonistas, asegura el general. "Hablo de mí mismo, puntualiza. Ese Gobierno que dicen que yo quería formar es una de las mentiras o de las equivocaciones más grandes que se pueden concebir y, conociéndome, nadie puede creer que yo propusiese tamaño disparate", subraya. De esa reunión con Tejero, Armada salió diciendo que había fracasado.

Recuerda que incluso temió "un poco" por su vida, ya que asegura que uno de los guardias preguntó al teniente coronel golpista: "Le pego un tiro". "Tejero dijo que no y yo me salvé, pero me la jugué por restablecer una situación", recuerda.

Por la mañana, según el ex general, Gabeiras le pidió que regresara a la Cámara Baja, donde Tejero había depuesto su actitud, para que firmara lo que se llamó el pacto del capó, por el que se exoneraba de culpa a los militares de graduación inferior a teniente.

Sobre el juicio, en el que fue condenado a 30 años de prisión y la pérdida de empleo, al igual que Tejero y Jaime Milans del Bosch, el capitán general de la II Región Militar, indica que muchas veces se equivocan y que es una cuestión que no quiere analizar.

Armada dice ahora que, de la existencia de un hipotético elefante blanco que habría culminado el golpe, se enteró después, y que esa teoría "no tiene nada que ver" con él. "Yo tardé en ir al Congreso mucho tiempo. El elefante blanco iba a hacer no se qué y yo fui sólo a tratar de resolver un momento delicado y a que salieran los diputados. Y gracias a Dios salieron todos", señala.

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