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La crítica · Teatro Villamarta

Autarquía dancística

  • La tradición y la modernidad brillan en la puesta de largo de 'Bailables', el código dancístico de Nani Paños y Rafael Estévez.

El código dancístico de Nani Paños y Rafael Estévez no entiende de medianías, va directo al grano. En 'Bailables', estrenado ayer, demuestran que la barrera del qué dirán hace tiempo que quedó superada apostando por una idea agresiva y libre de cualquier preocupación. Eso sí, son conscientes de que puede gustar o no por su particular lenguaje, es decir, o te gusta o no te gusta, no existe un término equilibrado, como se pudo ver durante la función.

Dividido en varias escenas y con el único sustento musical de Matías López 'El Mati', impecable en su planteamiento multinstrumentista (toca la guitarra, el piano, la percusión y canta), los bailarines vuelven a bucear en la historia para rescatar cantes y acepciones en desuso, mostrando en muchos casos la procedencia popular de muchas de sus letras. Una vez más su trabajo se cimenta en un proyecto con ideas básicamente contemporáneas pero apoyadas en la tradición y en la investigación.

En esta continua sucesión de fantasías coreográficas el protagonismo no sólo recae en ellos, sino que otorgan especial relevancia al cuerpo de baile, representado en Nadia González, Sara Jiménez, Macarena López y Carmen Muñoz, que asumen la responsabilidad del montaje en muchos momentos.

Este 'Bailables' cuenta además con otra particularidad, el apartado teatral, ya que la compañía introduce elementos de esta índole, que aceptan sin rechistar cada uno de los protagonistas. A veces toman el rol de parlanchines o especie de buhoneros, otras de cantantes y recitadores... Todo está entrelazado para conseguir un envoltorio y un ambiente íntimo que quizás tiene algo malo, que te permite caer con facilidad en la monotonía.

Coreográficamente, Paños y Estévez vuelven a insistir en conceptos diversos de la danza española, tanto a nivel individual como a nivel colectivo. Igual ocurre con los cantes elegidos, que contienen una variedad estilística amplia en la que destaca la preponderancia de las sevillanas (muchas de ellas tratadas con elegancia, como las boleras) y de palos poco utilizados en la actualidad como puede ser el vito, con el que cierran el espectáculo. De cualquier manera, también se incluyen saetas, seguiriyas, carceleras, tango carnavalesco, tanguillos, pregones, cachuchas y soleá apolá, ésta última abordada desde una perspectiva histórica, con el suceso ocurrido en Triana a mediados del siglo XIX. Todos conviven en armonía.

Pero sin duda la mejor noticia de ayer fue el regreso a los escenarios de Rafael Estévez tras casi dos años sin hacerlo. Implicado, dispuesto y con total soltura, al bailarín onubense se le vio disfrutar asumiendo con valentía las coreografías. Si Nani es pieza fundamental en el apartado dancístico, Rafael lo es al añadir personalidad al mismo, como demostró por sevillanas y en los picantes tanguillos en los que se mete en el papel del diablo cojuelo, aquel personaje legendario de la tradición castellana, socarrón y descarado.

El público, los que se mantuvieron en sus asientos, ya que muchos se marcharon antes, supo reconocer su trabajo y despidieron con aplausos un montaje autárquico a más no poder.

Baile

'bailables' 

Idea original, dirección y coreografía: Rafael Estévez/Valeriano Paños. Baile: Rafael Estévez, Valeriano Paños, Nadia González, Sara Jiménez, Macarena López y Carmen Muñoz. Cante y música: Matías López 'El Mati'. Colaboración histórico-musical: Faustino Núñez. Colaboración especial: Antonio Ruz. Dirección musical, selección de repertorio musical y guión: Rafael Estévez. Música: Rafael Estévez, Matías López, Faustino Núñez y repertorio de música popular española y flamenca. Diseño, iluminación: Olga García y Estévez y Paños. Diseño de sonido: Chipi Cacheda, Estévez y Paños. Luces: Álvaro Estrada. Sonido: Chipi Cacheda. Vestuario: Daniela Presta. Distribución y producción: Aurora Limburg. Día: 3 de marzo de 2016. Lugar: Teatro Villamarta. Aforo: Tres cuartos de entrada.

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