Eduardo Guerrero | Bailaor | XXV Festival de Jerez

"Tenía la necesidad de trabajar con el grupo y no pensar sólo en mí"

  • El artista gaditano estrena esta noche en el Teatro Villamarta 'Debajo de los pies', donde aúna tradición y vanguardia

Eduardo Guerrero y el guitarrista José Alcedo, director musical de su nueva obra.

Eduardo Guerrero y el guitarrista José Alcedo, director musical de su nueva obra. / Manuel Aranda

–Estrenar espectáculo y en el marco del XXV Festival de Jerez, no va más...

–Creo que no hay mejor lugar, porque Jerez, sin desprestigiar a otros festivales, se ha convertido en líder y es el festival que nos representa a muchos artistas. Además, es un festival que abre sus brazos a cualquier tipo de propuestas, ya sea más tradicional o más vanguardista, pero siempre tiene cabida a que los jóvenes o cualquier persona que esté implicada en las artes escénicas se pueda mostrar y pueda traer su proyecto, y eso es de agradecer.

–Se acabó el Festival en marzo de 2020 y a partir de ahí....

–Quién lo iba a decir, ¿verdad? Terminamos el Festival y empezó todo, pero bueno, ahora ha vuelto a ser el Festival el que abre de nuevo el abanico y eso es positivo. Como decía su canción, aunque ahora la han cambiado, 'éste es el festival de tus sueños' y aquí venimos a seguir proponiendo cosas.

–Cuando se estrena espectáculo siempre es especial, pero éste 'Debajo de los pies', teniendo en cuenta de ver de dónde venimos, ¿lo hace diferente?

–Es diferentes, claro que sí. La vida es ahora diferente a lo que conocíamos. Y además, y es algo que a mí personalmente me ha influido, debemos empezar a compartir las cosas, no eres tú solo, y en lo poquito que uno pueda hacer, debemos ser feliz al resto de la gente. A mí este proyecto me ha hecho muy feliz, porque aunque estaba en mi mente y era una idea de concebirlo, siempre lo planteé como un trabajo grupal, era una necesidad que tenía.

–¿Le ha cambiado la pandemia?

–Claro que sí, primero porque con esa represión que nos han impuesto con la pandemia y sobre todo la incertidumbre por la que hemos pasado, han hecho que te plantees muchas cosas, pero también que sientas necesidad de contar. No había teatros y no podías trabajar, no sabías qué iba a pasar, no había ayudas....Llega un momento en el que dices, soy un bailaor y sé bailar, pero también compruebas que sabes hacer otras cosas y ahí es donde me he dado cuenta de que había cosas que tenía escondidas simplemente por ser Eduardo Guerrero. Eso ha cambiado porque al final me había metido en una burbuja que era sólo mi trabajo, mis proyectos, yo tengo que ser el protagonista, tengo que bailar solo, tengo que disponer de todo para mí, las fotos, las ruedas de prensa...Todo eso ha cambiado y quizás en este espectáculo se nota todo ello.

–¿Se raro sin su gente habitual en este espectáculo?

–Es un poco raro, pero creo que llegado a este punto teníamos, tanto ellos como yo, que dar este paso. Y eso no quiere decir que los haya dejado de lado, porque sigo trabajando con mi equipo, con Javier (Ibáñez), con Juan José (Alba), con Samara (Montáñez) con Anabel (Rivera), ellos forman parte de mí y seguimos con nuestros proyectos, pero lo hablamos y coincidimos en que era lo necesario. Era una evolución y un cambio generado por el aspecto grupal, no por otra cosa. Para ellos ha sido igual, están trabajando en sus proyectos, y eso me enorgullece, porque ha sido una forma de darle pie a que caminen en solitario.

–¿Se ha sido en este país injusto con la cultura?

–Por supuesto, y mira que somos los que más generamos y damos a la cultura. Es más, creo que nos hemos dado cuenta que sin cultura, no hay mundo y que sin ese ocio es necesario. Desde el primer momento en el que se decide cerrar un teatro porque es un riesgo de contagio, y no se cierra un avión o un tren, te das cuenta de que algo está fallando. Yo por trabajo viajo mucho de Cádiz a Madrid, paso cuatro horas en el tren, y te ves en un vagón con todo cerrado, repleto de gente, y lo único que te dan como protocolo es una toallita y un gel hidroalcohólico, y luego cierran un teatro por riesgo de contrario. ¿Qué ocurre aquí? ¿Por qué este boicot a la cultura? Han destruido a muchísimas familias, y lo sé porque me han llamado muchos compañeros para ayudarles económicamente.

–Ya de los tablaos ni hablamos...

–Con los tablaos ha pasado igual, y necesitamos que se abran. Creo que no se puede cerrar el Corral, ni Villa Rosa, ni Los Gallos...¿Qué está pasando? Hemos concebido el tablao para turistas y extranjeros y no me hemos cuidado el tablao como un bien nuestro y de nuestra cultura. Es hora de reordenarlo todo porque tal y como está montado todo, no funciona.

–Hábleme de 'Debajo de los pies'...

–Bueno, es un proyecto que empezó a gestarse en 2017 cuando David Lagos me enseñó un romance. Al principio no me convenció pero él insistió y me llevó a ver al Tío Maleno. Cuando llegamos a grabar vimos a un señor que nos hacía ese romance con naturalidad. Eso me encantó pero claro, luego llegó la Bienal y demás y paralizamos todo. Con la pandemia, como no podíamos salir de casa, comencé a retomar todo aquello, y a partir de ahí hemos creado un montaje en el que hay diferentes puntos de vista, y donde la tradición y la contemporaneidad van de la mano. Hablé con José Acedo para que me hiciera la música, a Mateo Feijoo, que rápidamente me mandó un poemay bueno, poco a poco hemos ido creando. Además de ellos, cuento con el cante de Ismael de la Rosa, el baile de Alberto Sellés y Sara Jiménez y la percusión de Manuel Reina, además del espacio sonoro que han creado 'Los voluble'.

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