Con tan sólo 22 años, el bailaor Alberto Sellés (San Fernando, Cádiz, 1991) llega al Festival de Jerez parar corroborar la importancia que han tenido los cantes gaditanos en la historia del flamenco con un espectáculo titulado 'Las Campanas del Olvido'. Descendiente del gran Aurelio de Cádiz, reconoce estar muy nervioso ya que "la repercusión de esta actuación puede ser tanto exitosa como desastrosa".

Es la primera vez que está en la muestra como único protagonista y por eso "la responsabilidad es mucho mayor, llevo tiempo preparándome para la ocasión y confío en que todo salga como deseo", afirma.

Para conseguir el éxito que pretende, ha contado con un elenco de gran nivel, sobre todo con la voz de David Palomar, a quien define como "uno de los que mejores hacen el cante de Cádiz y por eso debía estar. Desde pequeño escucho sus grabaciones, sigo su carrera y tenía muchísimas ganas de compartir escenario con él".

Su espectáculo es más bien "un recital de baile tradicional", en el que contará con la guitarra de Rafael Rodríguez y las palmas de Diego Montoya y Roberto Jaén. Para la ocasión ha confiado la tarea de dirección musical y guión al musicólogo Faustino Núñez, quien "ha dado forma al recital, convirtiendo lo más tradicional en algo elegante y compacto, ha dado categoría y sentido a lo que en principio era un desorden", añade ilusionado.

Actualmente compagina sus apariciones en solitario con el cuerpo de baile del Ballet Flamenco de Andalucía, una  tarea "que me sirve para adquirir conocimientos más amplios de interpretación, de control de espacios escénicos, también te hace ver la importancia de la formalidad en esto del arte. He aprendido a bailar en grupo, algo que en principio me costó bastante", afirma.

El bailaor se encuentra en un momento de su carrera, dilatada a pesar de su corta edad, en el que prefiere "mostrar con mi baile la tradición del flamenco gaditano dejar las vanguardias para dentro de unos años". Forjado en escuelas jerezanas como las de Angelita Gómez, El Pipa, Patricia Ibáñez o Andrés Peña, cuenta en la actualidad con la colaboración del maestro Javier Barón para los arreglos coreográficos. 

Por último nos cuenta que si la idea de esta obra es la de rememorar los cantes gaditanos "es porque Cádiz no está en el lugar que merece, hemos perdido a muchos cantaores, pero también ha llegado una generación implicada y responsable".