Quince años y entrando en la temida adolescencia. Felipe Juan Froilán se ha convertido en el protagonista improvisado del verano real en Palma de Mallorca. La razón no es otra que su ya habitual actitud peleona y rebelde, además sus desdenes con la prensa. Las malas pulgas del nieto mayor de los Reyes no son nuevas. Quién no recuerda al primogénito de la infanta Elena dando patadas a sus primos durante la boda de los Príncipes de Asturias. Desde muy pequeño su comportamiento ha dado más de un quebradero de cabeza a su madre y, claro, la edad no acompaña demasiado.

Hasta su abuela, siempre tan permisiva con sus nietos, y especialmente con él tras la separación y posterior divorcio de sus padres, se ha visto en la obligación de reñirle en público e increparle por su actitud. El motivo: quejarse ante los fotógrafos y una pelea con su primo Pablo Urdangarín. Según el periodista Gustavo González, Froilán y Pablo tuvieron la típica discusión de niños durante la fiesta del curso de vela que ambos culminaron la semana pasada junto a sus respectivos hermanos. El altercado fue a más cuando Froilán dio un cabezazo a su primo y le amenazó con un palo de madera, los que normalmente se usan para los pinchos morunos. La pelea quedó en un rifirrafe que ha llegado a las redacciones.

Su mal carácter también quedó patente en el posado que hizo junto a su familia en el que mostró su desgana y preguntó con mal tono a la prensa: "¿Cuántas fotos lleváis ya?". Una actitud que fue inmediatamente reprendida por su madre y posteriormente por su abuela en una escena que fue captada por las cámaras, con doña Letizia de testigo. En las imágenes captadas por Telecinco se puede ver cómo la Reina riñe a su nieto y éste le da la espalda.