Jerez

Educación accede al cambio de colegio de la alumna que denunció sufrir acoso escolar

  • La madre agradece las gestiones de Juan Molina y de Antonio Zayas, miembros de la Asociación de Familias Solidarias

La Delegación Provincial de Educación ha aprobado el cambio de colegio de una alumna de 3º de Primaria de un centro público de Jerez que se ha llevado sin acudir a clase desde el 20 de febrero porque, según asegura, ha sufrido acoso escolar por parte de compañeros de su clase. Según su madre, la niña, de nueve años, viene padeciendo esta situación desde que tenía cuatro años, pero este curso se ha agravado, de tal manera que la niña confesó que había barajado la idea de quitarse la vida.

La madre recurrió a la Asociación de Familias Solidarias para el Desarrollo, que ha intermediado en casos similares. Las gestiones de su presidente, Juan Molina, han sido fundamentales para lograr el cambio de colegio.

“Quiero hacer público mi agradecimiento a la Asociación de Familias Solidarias, concretamente a su presidente, Juan Molina Gómez, y al psicólogo Antonio Zayas, cuyos esfuerzos, compromiso, entrega y tenacidad en el caso del ‘supuesto’ acoso escolar de mi hija, han dado fruto para el cambio de colegio. El acompañamiento de estos profesionales ha sido determinante en el proceso, que ha durado tres meses, durante los cuales ha habido mucho sufrimiento por parte de la menor y de la familia, que por más esfuerzos que hacíamos no había resultados satisfactorios”, señala la madre.

“Mi experiencia como madre en este proceso me da que pensar que el colectivo docente no tiene en cuenta las emociones por las que pasa un niño, ni empatizar con su sentir”, explica la progenitora.

“La educación emocional -añade- es una tarea conjunta entre padres y profesorado, y en el caso que nos ocupa ha habido un claro desequilibrio por parte de la institución pública”.

“Desde aquí quiero hacer un llamamiento a los ‘expertos’ de la educación para que observen de cerca las emociones de los niños y los traten de manera individualizada. Si tan solo hubiese en el mundo un uno por ciento de profesionales tan coherentes en pensamientos y actos como los mencionados anteriormente, no existirían situaciones de este tipo”, afirma.

“Muchas gracias por devolverles a mi hija las ganas de continuar sus clases sin miedo y de ser feliz”, concluye la madre.

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