"Axa le abrió las puertas porque traía clientes"
Juicio al 'estafador del seguro'
La Fiscalía mantiene que la compañía aseguradora "consintió" que el principal acusado de la estafa mediara en la suscripción de pólizas
Pasadas las tres de la tarde de ayer quedó visto para sentencia el juicio que durante nueve sesiones se ha desarrollado en la sede jerezana de la Audiencia Provincial contra Carlos Bellido, el presunto autor de una estafa millonaria al vender pólizas de la aseguradora Axa que eran falsas. La jornada de ayer se centró en las conclusiones de las partes y en el alegato de los dos acusados por este timo. Así, la Fiscalía mantuvo la petición de nueve años de cárcel para Bellido por los delitos de estafa, falsedad documental y apropiación indebida mientras que las acusaciones particulares reclaman diez. Asimismo, ambas partes mantienen su solicitud de que la aseguradora Axa sea declarada responsable civil subsididaria de esta estafa piramidal, una circunstancia que ha centrado mayormente la vista oral. Mientras tanto, la compañía de seguros incide en su desvinculación total del engaño y en el perjuicio que Bellido le ha producido a la marca. Y las acusaciones solicitan la absolución para sus respectivos clientes (además de Bellido ha tenido que sentarse en el banquillo un ex compañero suyo acusado de encubrimiento al cederle su cuenta corriente para que dos clientes timados le hicieran ingresos).
El ministerio fiscal mantiene los cargos contra el principal acusado ya que reconoció los hechos aunque mostró sus dudas sobre su "arrepentimiento" dado que, de estarlo, hubiera "entregado su contabilidad" para encontrar el rastro del dinero defraudado puesto que no cree que todo se destinara a "tapar huecos y pagar rescates". También plantea la acusación contra Axa ya que entiende que Bellido actúo como "subagente fáctico" de la compañía en Jerez bajo su consentimiento asegurando que "se le abrieron las puertas de la compañía porque traía clientes" y manteniendo un contacto continuo con los agentes oficiales.
En esta misma línea, una de las acusaciones particulares se refirió a una "falta absoluta de control" de la firma. Para empezar, advirtió que Axa no comunicó en algún momento a sus clientes que habían roto su vinculación laboral con Bellido aunque, a su entender, esta persistió en el tiempo; de hecho uno de los abogados planteó la posibilidad de que las comisiones se hicieran en 'b' y que estos pagos rondaran los 500 euros mensuales, según la declaración que hizo la esposa del acusado. Otro de los letrados afirmó: "Axa ha permitido que fuera un agente fáctico actuando en su nombre". Incluso, indicó que se le facilitó su labor dándole documentación oficial de esta aseguradora que entregaba a sus clientes (folletos publicitarios, condicionados generales de productos, contratos y solicitudes de pólizas, entre otros) y que este se presentaba como "agente de Axa".
Por su parte, la defensa del principal acusado apuntó que no se dan los condicionantes para calificar como estafa los hechos imputados a su cliente reprochándole a los afectados que no desconfiaran del modus operandi al entregarse cantidades en mano, de la excesiva rentabilidad de los productos ofertados o de la ausencia de comunicación directa con la compañía. Además, aseguró que su cliente no se enriqueció con esta práctica puesto que la Guardia Civil no ha logrado detectar pista alguna del dinero.
El último en intervenir en el juicio fue Carlos Bellido quien pidió "perdón" a los afectados. Al igual que ya hiciera en su declaración inicial ante el tribunal comentó: "Estoy absolutamente arrepentido; nunca he estafado a nadie y mi interés nunca fue el de perjudicar a alguien". También negó que se presentara como agente de Axa y aseguró que su labor se limitó a "mediar en algunos trámites y pólizas". Así, reiteró que todo comenzó con una pequeña deuda que cada vez se hizo más grande y que no supo darle freno. "Solo intenté capear el marrón en que me había metido a la espera de que un golpe de suerte cambiara la situación", concluyó.
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