Basilio Iglesias deja el ladrillo
La crisis del ladrillo
Uno de los promotores históricos de Jerez cierra sus oficinas y vende los activos de su principal sociedad a un fondo de inversión madrileño ante la falta de crédito para continuar su actividad
Dos maquetas de edificios y una escalera portátil es lo único que queda en la oficina de ventas que tiene la promotora Basilio Iglesias en la confluencia de la avenida Juan Carlos I (más conocida como la 'Ruta del Colesterol') con la carretera de Cortes. Y tampoco hay actividad en la sede central de la constructora en la céntrica calle Manuel María González, que lleva varias semanas cerrada. Esta es la demostración más palpable de la situación que atraviesa el Grupo Basilio Iglesias (Grupo BI), uno de los principales y más antiguos promotores de viviendas en Jerez, que ha decidido tirar la toalla.
El promotor explicó ayer a este periódico que la falta de crédito bancario ha propiciado que tenga que tomar esta drástica decisión. "Hemos aguantado varios años con nuestros recursos pero ya no tenemos pulmón para seguir adelante", apuntó. A pesar de la difícil coyuntura económica, ha logrado entregar en los últimos meses dos nuevas promociones, una en Los Villares y otra en la hacienda El Carrascal (junto a la bodega de Croft). Sin embargo, hace un año aproximadamente el grupo se vio obligado a renunciar a la construcción de una promoción en la Ronda del Colesterol ya que no obtuvo el préstamo necesario para iniciar las obras. "Teníamos 75 viviendas vendidas y tuvimos que devolver el dinero que habían adelantado los clientes", dijo. Acto seguido sentenció: "A día de hoy es imposible construir; los bancos no dan crédito aunque haya viviendas vendidas. Y nosotros vendemos porque tenemos un nombre y hemos demostrado nuestro buen trabajo durante muchos años".
Basilio Iglesias comentó que su familia deja aparcada esta actividad, que ha centrado su vida, a la que espera volver, aunque reconoció que este sector requiere de un cambio de filosofía para que pueda funcionar "sin bancos". "Antes financiaban la compra de suelo pero ahora no dan dinero para construir, así que no podemos hacer nada", reflexionó.
La familia Iglesias ha centrado su desinversión en el sector en Inverhaus XXI SL, la sociedad instrumental que gestionaba todas sus operaciones inmobiliarias. De hecho, semanas atrás procedió al despido del personal que aún tenía en nómina (se han rescindido una veintena de contratos en los últimos seis meses, lo que le ha supuesto un coste de 537.000 euros en indemnizaciones según apuntó ayer la mercantil).
Pero lo más importante es que esta sociedad deja de estar controlada por el promotor ya que ha sido traspasada, junto con sus activos, a una sociedad madrileña que gestiona fondos de inversión. Así, a los nuevos propietarios se les ha vendido algunas bolsas de suelo que tenía el grupo en la Hacienda El Carrascal, Los Olivos o en el entorno de Ronda del Colesterol. No obstante, Basilio Iglesias comentó que en los últimos cinco años se había reducido notablemente la venta de suelos ya que se empezaba a vislumbrar la crisis del sector por la falta de crédito y la reducción de ventas, de ahí que apuntara que el inmovilizado de la mercantil no sea excesivamente grande. El promotor excusó dar el nombre del nuevo propietario y el montante económico de la operación alegando una cláusula de confidencialidad existente en el acuerdo suscrito entre ambas partes.
En los últimos días del pasado año, y coincidiendo con el fin de la aplicación del IVA reducido para la compraventa de inmuebles (con el nuevo año el tipo impositivo paso del 4 al 10%), el Grupo Basilio Iglesias entregó 35 viviendas en El Carrascal (la promoción está denominada Lomas de Montealto) y no pudo entregar algunas comprometidas ya que a los adquirientes no les fue concedida la hipoteca por alguna entidad bancaria. Y en septiembre se entregaron otras 18 junto al complejo bodeguero de Garvey (Villares de Montealto). El promotor explicó: "Al no tener financiación hemos tenido que vender activos de la familia durante dos años para poder acabar las obras y entregar las viviendas".
Durante estos últimos meses, la firma se ha centrado, además, en llegar a acuerdos de pago con los proveedores que contrató para ejecutar las últimas promociones de vivienda que ha construido. Según los datos aportados ayer por Iglesias, en las últimas promociones la sociedad facturó unos 28 millones de euros en suministros de los que asegura que le restan por pagar algo más de 147.000 euros, por lo que se está actualmente en conversaciones para acordar un calendario para su liquidación. Asimismo, mostró un informe de la Agencia Tributaria donde se certifica que no cuenta con deudas tributarias.
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