El Círculo de los Luises, en la Compañía, avanzada de la cultura no oficialista
Jerez, tiempos pasadosHistorias, curiosidades, recuerdos y anécdotas
El Cine Club Kostka y Kostka Pequeño Teatro surgieron de las Congregaciones de San Luis y San Estanislao de los Jesuitas, al final de los años 50, programando películas, obras teatrales y otras actividades que supusieron una lucha constante contra la censura de la época.Programas de los años sesenta del Cine Club Kostka y de Kostka Pequeño Teatro del Círculo de Luises de la Compañía de Jesús. FOTO ARCHIVO DEL AUTOR
NO sé si existirán aún las congregaciones religiosas de San Luís y San Estanislao, o la que más tarde se llamó Congregación de la Inmaculada y San Luis Gonzaga, y también Círculo de los Luises, en el seno de la Compañía de Jesús. Pero los que practicamos el periodismo, en los años cincuenta y sesenta, en un periódico tan combativo como "El Correo de Andalucía", sí que recordamos las numerosas actividades que se desarrollaron, durante dicho periodo, en el desaparecido salón de actos de Los Luises, en la zona residencial del convento de los jesuitas, anexa a la hermosa iglesia de la Compañía, donde los congregantes no solo disponían de un amplio salón para cine, teatro y conferencias, sino también de una magnifica piscina, en los jardines del convento. Todo eso, antes de que los jesuitas abandonaran esta iglesia, para trasladarse a Madre de Dios, y la misma, tras numerosos años cerrada a cal y canto, fuera acertadamente convertida por el Ayuntamiento en un soberbio salón cultural.
Los que fuimos habituales asistentes a los actos culturales del Círculo de los Luises, nunca olvidaremos la conferencia que allí pronunciara, en cierta ocasión, el valiente obispo progresista de Cádiz-Ceuta, desde 1964 a 1971, el pamplonica monseñor Antonio Añoveros Ataún -al que Arias Navarro quiso expulsar de España, años más tarde- y a la que nosotros acudimos para hacer la información con destino a "El Correo de Andalucía", periódico del que entonces éramos corresponsal, en Jerez; sucediendo que a la salida de la conferencia, afuera, en la plaza, se encontraba un piquete de la policía antidisturbios, que armada con porras, y usando cascos y escudos, repartió leña a diestro y siniestro a todo quisque que salía de Los Luises. El director de mi periódico, Rafael González, que me acompañaba, y quien esto escribe, tuvimos que refugiarnos en un portal, hasta que pasó la escabechina y poder salir airosos del tremendo enfrentamiento, que era la primera vez que se veía en Jerez.
La segunda vez, no mucho tiempo después, sería en la Alameda Vieja, con motivo de una protesta de tipo laboral, enfrentándose la policía antidisturbios a un numeroso grupo de trabajadores, pertenecientes al sindicato CC. OO, aún en la clandestinidad, y por cuya información, transmitida y publicada con pelos y señales, en "El Correo", tuvo este periodista que sufrir más de una molestia, que nosotros anotamos siempre en nuestro haber profesional, como inevitables gajes del oficio.
LOS LUISES FOCO DE ESPIRITUALIDAD, DE CULTURA Y TAMBIÉN DE RESISTENCIA AL RÉGIMEN
Los Luises eran un foco de religiosidad, pero también de cultura no oficialista y, en cierto modo, de resistencia al régimen, pues a través del Cine Club Kostka y de Kostka Pequeño Teatro, solían ofrecer numerosas actividades que chocaban siempre con la censura de la época; bien proyectando películas de las llamadas entonces "de arte y ensayo", organizando sesiones de cine-forum, celebrando conferencias muy polémicas o representando obras teatrales de autores más bien marginales, como Alejandro Casona, Lauro Olmo y Alfonso Sastre.
El Cine Club Kostka, que fuera el primero que se fundó en Jerez, nació en 1959, siendo aprobado por el Arzobispado de Sevilla, con fecha 28 de octubre del mismo año y, cuatro más tarde, el 4 de diciembre de 1963, por la Dirección General de Cinematografía y Teatro del Ministerio de Información y Turismo, siendo regidor de la misma el historiador y político José M. García Escudero, con un número mínimo de doscientos socios.
Del cine club recordamos muchas películas, cuya exhibición, normalmente, estaba prohibida en salas de proyección comercial. Entre ellas, cintas como "El séptimo sello" del realizador Ingmar Bergman; y "Al este del Edén", cuya presentación y coloquio estuvo a cargo, nada menos, que del P. José Antonio de Sobrino, S. J. Y en cuanto al repertorio de Kostka Pequeño Teatro, entre otras obras, recordamos "La Dama del Alba" de Alejandro Casona, y "La cornada", de Alfonso Sastre. La primera de ellas, representada el 16 de febrero de 1961, con un reparto de jóvenes actores aficionados, cuyos nombres, eran los de Juan A. Troya, Salud Martín, Rosario Bitaubé, José María Rodríguez, Carlos Vergara -gran amigo de la radio; años después fallecido en Sevilla, cuando más se esperaba de su talento y profesionalidad-, Mercedes Rodríguez, José Romero, Lolita Jurado y Violeta Moredo; además de mi gran amigo Paco Izquierdo Carrasco -a quien debemos parte de estos recuerdos- que fuera uno de los primeros fundadores del cine club y del grupo teatral de Los Luises.
Nosotros, cuando presidíamos el Ateneo de Jerez, también organizamos algún que otro acto en Los Luises, amablemente cedido por los Jesuitas y, entre otros, recuerdo una conferencia con la que también tuvimos problemas con la censura, ya que debía tratar sobre no se qué tema candente de actualidad, en aquellos momentos. La conferencia la daba un sacerdote, cuyo apellido me parece que era algo así como Fidalgo, al que previamente la censura advirtió de lo que no podía decir. Pero la conferencia se dio, sin cortes de ninguna clase, y con Los Luises abarrotado de público, sin que se registraran más problemas.
Durante muchos años, en las décadas de los cincuenta y sesenta, el salón de Los Luises puede decirse que fue una especie de avanzadilla de la libertad y de la cultura no oficialista, en nuestra ciudad; y sus puertas estuvieron siempre abiertas a toda nueva idea, a todo proyecto innovador, y a cuantas entidades culturales o instituciones, como el Ateneo y las emisoras de Radio Jerez y de Radio Popular, lo necesitaron para celebrar en dicho lugar sus actividades, concursos de saetas o funciones de teatro de vanguardia, ante un público que también aspiraba a ser más libre y a poder contar con más opciones, dentro del ancho mundo de la cultura universal.
1 Comentario