Programación Guía completa del Gran Premio de Motociclismo en Jerez

Reconocimiento

Lo que usted no sabía del Consentimiento Informado

  • La Academia de Medicina premia un estudio pionero del médico jerezano Alejandro Montañés

Alejandro Montañés posa días atrás en ‘ArteaDiario’ durante la entrevista.

Alejandro Montañés posa días atrás en ‘ArteaDiario’ durante la entrevista. / Vanesa Lobo (Jerez)

“De la Bioética quizás no se viva pero de trabajar bien, sí”. Así de claro se lo dijo un sabio colega a Alejandro Montañés Gallardo (Jerez, 1974), odontólogo y doctor en Ciencias de la Salud. Este jerezano acaba de recibir el premio de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Cádiz (RAMCC) 2018, patrocinado por el Ilustre Colegio Oficial de Dentistas de Cádiz, por su trabajo de investigación original en Odontología ‘Percepción del dentista sobre el Consentimiento Informado (CI) en la relación clínica’.

El jurado ha valorado la importancia de los estudios realizados por este investigador sobre el grado de información y conocimientos que poseen los profesionales dentistas acerca de la información prestada a los pacientes y el consentimiento informado en la relación clínico-asistencial, tomando como referencia el marco legislativo actual. Se trata de un trabajo pionero e inédito cuyas conclusiones ayudan al facultativo a gestionar mejor la información suministrada al paciente, un aspecto clave para que la población pueda comprender el alcance de la toma de decisión respecto a su salud, y abre una línea de investigación para implementar mejores estrategias de formación en el ámbito de la Bioética y Legislación Sanitaria en Odontología.

El galardón fue entregado días atrás en el Colegio de Médicos de Cádiz, junto a otros premiados de diferentes disciplinas. El trabajo será expuesto en una sesión científica pública el próximo 28 de marzo, tras la cual se le entregará al jerezano el título de académico correspondiente de la corporación gaditana. Este trabajo se extrae de su tesis doctoral, que concluyó en 2017, una labor conjunta sobre profesionales sanitarios y población general. Sustrajo de ella todo lo relacionado con la Odontología, unas encuestas que realizó a unos 300 odontólogos.

“Podríamos definir el Consentimiento Informado (CI) como un acto clínico mediante el cual el paciente muestra su conformidad y acepta un tratamiento médico, tras ser informado por el profesional sanitario sobre su enfermedad y alternativas terapéuticas. Muchos pacientes y profesionales creen erróneamente que el CI es el formulario que firma el paciente antes de una operación. No es así. El CI va más allá, se inicia en el mismo momento en que el paciente entra en la consulta, cuando ya empieza a recibir información. Es una actividad clínica diaria, rutinaria”.

Montañés, durante la entrevista. Montañés, durante la entrevista.

Montañés, durante la entrevista. / V. Lobo (Jerez)

“Cualquier acto médico –añade– en el ámbito de la salud necesita el consentimiento libre y voluntario del paciente, ya sea expreso o tácito, siendo el profesional responsable de realizarlo el que debe informar, sin perjuicio de otros sanitarios que en mayor o menor medida intervengan en esa relación clínica. Por ejemplo, la administración de un medicamento, un lavado de oído, una extracción dentaria o una operación quirúrgica compleja se abordan de manera diferente; en unos casos se realiza una explicación verbal y en otros se ofrece la información por escrito, pero en cualquier caso se requiere la autorización del paciente. La esencia del CI es la explicación, que el paciente asuma lo que tiene y dé el permiso al facultativo para que le haga el tratamiento. Todo esto forma parte de la Bioética”.

Un tema, el CI, que tiene mucha repercusión judicial, "ya que la ausencia de CI genera muchas reclamaciones por parte de los pacientes que no han sido bien atendidos". Siempre la base de esa reclamación o uno de los puntos que falta en esos tratamientos es el CI. Y el paciente a su vez no ha tenido el tiempo o los conocimientos para aceptar esa enfermedad y para decidir si se la quiere tratar de una manera o de otra. "El paciente es el que tiene la última palabra y también tiene su parte de responsabilidad a la hora de aceptar el tratamiento, es lo que se llama la ‘alfabetización en salud’”.

“Debemos realizar –explica– un CI acorde a las necesidades del paciente, ya que la esencia del mismo no es el formulario escrito, sino el esfuerzo en alcanzar las expectativas del paciente de acuerdo con la información que se le ha facilitado”.

¿Qué es la Bioética? Desde el comienzo de los tiempos, la sociedad y los médicos se han preocupado por los aspectos morales de la práctica médica. La idea de CI va ligada necesariamente a la Bioética, una nueva disciplina relativamente joven que surgió en el último tercio del siglo XX por la confluencia del desarrollo de la biología, los cambios de conciencia de la investigación científica, la aplicación de nuevas tecnologías en Biomedicina y la emancipación de los pacientes.

"El lado más oscuro de las doctrinas eugenésicas llevadas a cabo por el régimen nazi, van a mostrar la necesidad de articular mecanismos que garanticen la calidad ética de la medicina y biología. El Código de Nüremberg (1947) es la mejor expresión de este momento, formando el primer conjunto de reglas que relacionan lo que hoy conocemos como Bioética y Derechos Humanos, afirmando desde su primer artículo la necesidad de autonomía del sujeto, su dignidad o libertad como requisitos indispensable para contar con su consentimiento para iniciar cualquier investigación. A partir de entonces se legisla todo lo relacionado con la autonomía y los derechos de los pacientes, hasta llegar a nuestros tiempos donde el Convenio sobre los Derechos Humanos y la Biomedicina o Convenio de Oviedo (1997) primero y posteriormente la Ley Básica reguladora 41/02 del autonomía del paciente regulan todo lo concerniente al CI tanto a nivel europeo como nacional, respectivamente".

Lo más llamativo que se extrae de este estudio es que “el personal sanitario en general y el dentista en particular desconocen en su mayoría el marco legislativo actual que regula lo concerniente al CI, además de crearle dificultad e indecisiones morales importantes. Resulta esencial implementar mejores estrategias de formación que involucren tanto al profesional como a las distintas instituciones sanitarias públicas y privadas, generando un escenario claro de actuación en entornos sanitarios”.

“La Bioética tiene que ponerse en práctica no por conveniencia sino por convicción. No podemos preocuparnos sólo de que el paciente firme el documento o formulario de CI. Nuestra dinámica de trabajo debe pasar por informar siempre como una labor más. Cuanto antes instauremos esa filosofía como rutina en nuestra actividad cotidiana profesional, más lo agradecerán nuestros pacientes y nos sentiremos más reconfortados”.

Montañés dedica este premio a su familia, “con especial mención a mi padre que, desde su experiencia como médico, me ha transmitido los mejores valores y ‘el saber estar’ en la profesión”, eso que decía su colega de trabajar bien. 

Tags

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios