Jerez

Críticas en la zona rural ante la falta de ayudas e infraestructuras

  • Ciudadanos se quejan de que emplearon improvisados medios propios para salvar animales y enseres ante la pasividad de los servicios de emergencia · Vecinos ya desalojados vuelven a sufrir la riada

Las críticas a las autoridades volvieron a arreciar ayer en la 'zona cero' de la ribera del Guadalete como las mismas lluvias. Juan, vecino de Las Pachecas (en la zona próxima a la venta el Cartujano) dijo que "de la pasada inundación me quedaron tres cochinos vivos (de once) y de los ciento y pico de gallinas me quedan 23. ¿Cómo voy a estar? Pensamos que no íbamos a tener más problemas, pero a las cuatro de la mañana el agua ya estaba ahí. No es posible que, aunque haya caído agua, pase esto. Es que han metido mucha agua" en referencia a los desambalses.

Juan reside en el hotel El Ancla desde que fue evacuado el pasado 28 de diciembre. "Presenté una queja al Ayuntamiento, por lo que había pasado. Ni caso. Hoy, cuando está todo liao, me llaman para una reunión. ¿Qué quieren ahora? Si, además, me han dicho que van a tardar 14 meses en pagar las indemnizaciones". Similar indignación tenía Rodrigo Valle, propietario de la Venta La Cartuja, cuyo salón, en el sótano, volvió a inundarse ayer de nuevo. "Me avisó anoche la alcaldesa de Lomopardo, que podría haber problemas. Pero no pensé que fueran tantos, que entrara tanta agua. Es una pena. Calculo que entre hoy y las pasadas inundaciones he perdido casi 300.000 euros entre maquinaria, lo que dejas de vender y todos los pagos de un negocio: empleados, Seguridad Social y proveedores. He hecho un gasto innecesario, que me ha durado una semana".

Amigos de Juan se quejan de que ningún servicio de emergencia les haya ayudado a salvar sus bienes. La misma Guardia Civil les afirmó que "lo que sea por salvar una vida humana", pero no animales ni bienes. Andrés, vecino de Las Pachecas, tiene evacuadas a su nuera e hija desde diciembre. Una de ellas está alojada en el centro social de la barriada. "Tienen que hacer un 'bajo' allí, en la autopista, para que salga el agua. Pero mientras que no lo hagan estaremos siempre así. No podemos más". Rafael, otro vecino, dice que "esto ya es una rutina, mientras no limpien el río. L a autovía, la que dicen que le han dado tantos premios (por la A-381), tiene las vías de servicio mal hechas y enseguida nos quedamos aislados. No están elevadas".

Paqui, otra de las vecinas de Las Pachecas, dice que "a la zona de La Zarandilla no nos prestan caso. Incluso aquí hay diferencias".

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