El Rocío 2014

Domingo de Pentecostés mariano y de vísperas de la salida de la Virgen

  • La filial jerezana tuvo su tradicional misa en la ermita, que este año ofició el obispo, monseñor José Mazuelos. La casa de hermandad se convierte un Rocío más en el epicentro de los jerezanos en la aldea almonteña

Fueron las horas de las vísperas, de esperar, de seguir pasando un buen rato en las casas, de visitar a la Señora en su ermita en la que ya se presentía lo cercano de la mágica e intensa noche del salto y procesión. Almonteños con 'camisas caquis' con una presencia que fue creciendo conforme avanzaba el día. También fue el domingo de disfrutar de la gente de Jerez en la casa de la hermandad donde se rompió la presunta tranquilidad de los días precedentes al sumarse los muchos que aprovecharon la jornada para ir a la Aldea y cumplir con su Rocío, ese que les permite sus obligaciones, la salud o el bolsillo.

Así, la sede del numero 21 de la calle Almonte se convirtió en la referencia para encontrarse con la gente de la tierra, guarecerse del fuerte sol del mediodía o para compartir viandas y vinos, eso sí, después de que el Simpecado regresara a su carreta tras la misa de Jerez que ofició el obispo José Mazuelos. Es la casa y embajada jerezana en el Rocío que se inauguró en el año 1970. "Dios te bendiga hermano rociero al llegar a esta casa en la que habita la Salve de Jerez, con la infinita bendición del espíritu romero. Dios te guarde a su sombra, caballero de la marisma santa y en la ermita, donde tenemos con su cielo cita, te nombre de la Virgen escudero….", dice una de las lápidas y azulejos que se exponen en el salón de la casa, versos del recordado Montero Galvache dedicados a aquella apertura de lo que entonces era una modesta sede que con el paso del tiempo se ha ido mejorando en sus servicios e instalaciones a la vez que agrandado para tener más habitaciones, que esta romería volvieron a estar todas ocupadas, tanto las de matrimonio -más grandes- como las de solteros -más pequeñas y compartidas- , que así es como se distinguen los cuartos.

El cansancio ya hacía mella pero lo poco que le restaba a la romería hizo que los cuerpos y los ánimos se vinieran arriba para saborear hasta la última esencia de lo que quedaba. El tiempo pasaba rápido y más si es en lo bueno, que en un abrir y cerrar de ojos llega el momentos el adiós y todo serán recuerdos y deseos de volver. "No he podido pegar ojo", confesaban los noctámbulos para los que la noche anterior fue larga e intensa. De casa en casa se fueron pergeñando los planes para seguir viviendo esas vísperas entre cantes con la Blanca Paloma en las letras, en las voces, en los sentimientos y también en las cintas de los sombreros y en las medallas de cordón morado. Entre tanto, la oficialidad de la romería se volvió a reunir por la mañana en el Real para celebrar la pontifical -ahora misa estacional- de Pentecostés con todos los simpecados de las hermandades filiales.

En el interior de la ermita, entre tanto, la Virgen ya estaba en su paso enmarcando su perfil con flores de colores pontificios en recuerdo del único Papa que ha venido a El Rocío, que rezó ante Ella y que hace muy poco ha sido elevado a los altares, san Juan Pablo II. Oraciones por doquier y la imagen eterna pero renovada de rostros jóvenes, y de los que ya el tiempo se ha ocupado de escribir muchos renglones en sus caras, pegados a la reja para, al menos, tocarla con la mirada.

En el exterior, el bullicio se guiaba a lo suyo. Medallas al cuello con colores que identifican pueblos y ciudades, jinetes y carriolas; los guiris intentando enterarse de qué va todo esto, tomando fotos aquí y allá o acercándose a los puestos que ofrecen una amplísima gama de productos para adquirir aquello que les mimetice con el entorno.

Alguno, sin tener en cuenta simplemente lo estético, se pertrechan de sombreros e, incluso, de algún traje corto de oferta -rebajas que hoy serán liquidaciones cuando la Blanca Paloma se recoja- para que en su memoria y en la de su grupo quede 'per secula seculorum' la estampa más kitsch de la celebración rociera.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios