Emilio Glez. Becerra

Ha desaparecido un gran ebanista. Las Escuelas de Arte de Andalucía han perdido un buen Maestro de Taller. Se nos ha ido un buen amigo y un gran compañero.

Le gustaba la talla y se empeñaba en darla.

Las distancias no hicieron el olvido y volvió para compartir con nosotros la Feria de Jerez. Volvió para no volver a irse. Se quedó de la peor de las maneras imaginables.

Compartimos una copa y un brindis por un futuro que se podía intuir favorable pero que se trastocó en tragedia inevitable.

No nos lo creemos, pero no olvidemos que la vida siempre te trató de forma injusta.

No hay derecho. No hay consuelo. No hay vuelta atrás.

Siempre nos quedará contemplar el fruto de tu trabajo que conservamos en nuestras casas y esa foto en la caseta de Diario de Jerez para que el nudo en la garganta no se desate.

No te olvidaremos, viruta.