Una vuelta más
Jesús Benítez
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La Guardia Civil ha intervenido 26 toneladas de caracoles, que iban a ser distribuidas en la provincia y localidades del Bajo Guadalquivir, que estaban almacenadas en un nave clandestina de El Cuervo. La mercancía procedía de Marruecos. El instituto armado informó ayer que sus efectivos del Seprona e inspectores de la Consejería de Salud de la Junta intervinieron los 26.000 kilos, que fueron transportados en un camión 'trailer' desde Algeciras. Córdoba era su supuesto destino final. El transportista tenía la obligación -según los documentos de transportes facilitados por los servicios sanitarios de la aduana de Algeciras- de llevar los moluscos directamente hasta una empresa autorizada del polígono 'Las Quemadas', de Córdoba, dónde pasaría el control sanitario, etiquetado y envasado para su destino al consumo humano. Sin embargo, la mercancía fue descargada de forma clandestina en una nave de El Cuervo para su posterior distribución por vendedores ambulantes. Dicha nave carecía de licencia municipal, de permiso de importación y de registro sanitario para la actividad, siendo precintada junto con el camión trailer que transportaba los caracoles, que han sido destruidos. Ambas instituciones han aumentado el control ante la reciente aparición de numerosas partidas de caracoles sin ningún tipo de control sanitario en diversos establecimientos hosteleros de la provincia, por lo que se realizó un seguimiento de los transportes, comprobándose como un camión trailer descargaba su contenido en El Cuervo. Ya se han intervenido partidas menos importantes de caracoles en Sanlúcar por carecer de garantías sanitarias.
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