En la Catedral jerezana, sede episcopal de la Diócesis de Asidonia-Jerez se iniciaba la celebración de la solemnidad del Corpus Christi a las 18,30 horas bajo la presidencia del obispo, monseñor Mazuelos Pérez. El prelado exhortó en su homilía la importancia de la presencia de Cristo en la Forma Sagrada. "Un misterio de Amor que ha sido, a un mismo tiempo, alimento para muchos cristianos y santos que han tomado este Pan de vida durante toda la historia de la Iglesia", afirmaba Mazuelos Pérez. Quiso también hacer un alegato a favor de la vida en una "sociedad en la que se pretende eliminar embarazos con niños que nacerán con síndrome de Down o aprobando la eutanasia mientras que una parte de la ciudadanía no tiene acceso a cuidados paliativos en patologías graves por el hecho de vivir en poblaciones lejanas a hospitales".

Con posterioridad y antes de concluir con la bendición final, como si de una parte más de la liturgia se tratase, se procedió a la salida del custodia en la que iba Jesús Sacramentado en un hermoso viril perteneciente a la Catedral. La temperatura era mucho más moderada que la del pasado año en la que a todos los congregados tuvieron la oportunidad de rememorar el martirio de San Lorenzo en la parrilla.

Presidencias haciendo presente a las cofradías jerezanas conformaban gran parte del amplio cortejo sacramental que tomó la zona de la Encarnación para llegar a la plaza Monti por Manuel María González. En la plaza del Arenal comenzaban las alfombras que también las cofradías habían colocado en la noche del sábado para el paso de la Sagrada Forma. Representación civil con la alcaldesa Mamen Sánchez a la cabeza que portaba la vara de mando y representantes de la corporación municipal de los grupos del PSOE y PP.

El paso del cortejo un año más por la calle Algarve fue una delicia. Una vía estrecha en el que el recogimiento y el suave aroma a pino y romero se hacían presentes como un elixir exquisito al paso de Jesús Consagrado. Todo el cabildo catedral también acompañaban al prelado de la Diócesis así como numerosos sacerdotes diocesanos y religiosos de las órdenes que todavía mantienen presencia en la ciudad.

Mención aparte también merece los muchos niños vestidos de primera comunión que este año han ido integrados en la comitiva que precedía a la custodia.

Por otro lado, gran calidad en los altares montados en líneas generales y una gran variedad de alfombras por gran parte del recorrido. Quizá se echó de menos el arco que durante años se ha montado en Lancería. Sería una buena recuperaciones para años venideros.

Finalmente, la comitiva llegó a la Catedral jerezana y se procedió a la Bendición final con la presencia de la Forma Consagrada recogida en el magnífico ostensorio. Hubo cofrades que comenzaron la estampida como es también tradicional, olvidándose de la parte culminante del rito litúrgico con el Cuerpo de Cristo que se hace presente de una forma real en dicha bendición.

Y tras el solemne acto se dio por concluido un año más esta festividad que tanto arraigo ha tenido en Jerez, ciudad en la que se tiene el privilegio de celebrar esta procesión a la hora de las vísperas.

Premios de altares y escaparates

Altares y escaparates son las aportaciones que tanto comerciantes como hermandades hacen como actividad paralela a la celebración Corpus. Unos detalles que se plasman en unos premios que organiza la Unión de Hermandades y que este año han recaído en la tienda de óptica 'Geloaudio' como el mejor escaparate. En el capítulo de altares, el premio ha recaído en los cofrades de Loreto con la colaboración de la hermandad del Transporte. Ha sido un magnífico tabernáculo con guiños mercedarios al contar con la presencia de una bella imagen de María que recibe culto en la basílica mercedaria y que es conocida entre la feligresía como 'La Comendadora'. Nuevamente, los cofrades de San Pedro tendrán el próximo año el privilegio de montar su altar ante el paso de Jesús Sacramentado en la logia del Ayuntamiento en la plaza de la Asunción. Enhorabuena también a las hermandades del Cristo de la Expiración, agrupación de la Divina Pastora de San Dionisio, Santa Marta y Soberano Poder por los restantes premios y a todas cofradías que han colaborado por y para exaltar esta festividad que, poco a poco, va tomando pulso y rumbo en la ciudad.

Significado de la festividad

Nunca está de más cierta divulgación del origen de la solemnidad puesto que puede haber algún desorientado que no sitúe el sentido de la festividad del Corpus Christi celebrada ayer en la ciudad. Se trata de una tradición que se entronca en las raíces más profundas de la Iglesia y que, a pesar de haber cambiado su día de festividad litúrgica -siempre fue el jueves en el que se cumplen sesenta días tras la celebración del Domingo de Resurrección- no ha perdido su brillo. En definitiva una gran solemnidad en la que el pueblo cristiano celebra de una forma muy especial la Eucaristía. El Señor ascendió a los Cielos y está sentado a la derecha del Padre. Sin embargo, dejó en su Iglesia al Paráclito y su Cuerpo y su Sangre, instituido en la Eucaristía. La Iglesia saca a las calles de las ciudades este Misterio tan arraigado ya no sólo en la Iglesia Universal, sino muy especialmente en nuestra Nación Española.

Datos artísticos de la custodia

Es de interés hacer un pequeño apunte artístico del magnífico ostensorio que Jerez saca cada año con motivo de esta festividad. Según escribe Pablo Pomar y Miguel Ángel Mariscal en su guía artística de la ciudad, la custodia procesional es neobarroca. Se trata de una pieza de más de trescientos cincuenta kilos de plata y algo más de tres metros de altura que sigue en cuanto a tipología los modelos llamados 'de torre' tan característicos de la platería hispana. El proyecto fue encargado al arquitecto sevillano Aurelio Gómez Millán en 1947, correspondiendo el diseño de detalle al orfebre Cayetano González y la ejecución a Manuel Gabella Baeza. La custodia, que se estrenó en 1952, fue costeada por don Ignacio de Soto Domecq.