Mafalda se fundó en 1947 en Jerez dedicada por aquel entonces a la creación de perfumes y productos faciales y corporales. Con el paso de los años, han mantenido la creación de perfumes, con una cartera de productos con unas 300 fragancias de creación propia.

Originariamente la empresa era muy pequeña y familiar, permanecía cerrada al público y para recibir los productos era necesario llamar previamente. Con el transcurso de los años y como consecuencia de las necesidades del momento, tanto el negocio como el personal, se fueron ampliando. 

Las fragancias de creación propia fueron consolidándose y afianzándose en el mercado, lo que les llevó a ampliar los productos para poder estar siempre a disposición de las últimas exigencias de sus clientes. 

Kurt Kuwilsky es la segunda generación que gestiona Mafalda, recogiendo el testigo de su tío Enrique Serrano Gallardo. "Mi tío creó Mafalda por las necesidades que había en Jerez tras la Guerra Civil y seguimos abiertos porque damos calidad y es más barato que una marca conocida", declara el propietario. "Los perfumes los tenía en barriles, como el vino. Y junto a las fragancias trajo lo que faltaba en el mercado como eran las barras de labios, cremas faciales, pasta de dientes, polvos de tacto y faciales. Esta es la base principal de Mafalda", recuerda Kuwilsky.

Kurt Kuwilsky y Beni de los Santos, en la conocida tienda del centro.

Su mujer, Beni de los Santos, relata que "mis tías y amigas se compraban las barras de labios aquí y siempre decían que eran súper fijas. Se la ponía por la mañana y le duraba todo el día, cómo olía el carmín...". Además el colorete 'Charipé', que también era un producto estrella. 

"Alguna fragancias las creamos nosotros. Doy las características que quiero en ese perfume y la destilería con la que trabajamos la perfila", cuenta Kuwilsky, quien recuerda que empezó en Mafalda cuando terminó la mili, "y me incorporé para aprenderlo todo". 

Los perfumes más solicitados por la clientela son las "fragancias propias", como 'Tío Pepe', un perfume que huele a azahar que creó Enrique Serrano. "Es un perfume fresco, también pensado para los niños y unisex", explica Kuwilsky, quien añade que "mi mantenimiento físico y mental es venir aquí. Me encanta Mafalda".