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Mirar de cerca a Jerez
Puntos de vista | 40 Aniversario Diario de Jerez
CUATRO décadas dan para mucho. Que se lo digan a ‘Diario de Jerez’, que celebra sus 40 años de vida con la misma ilusión que la de aquel primer día en los kioscos. O que se lo digan también a Andalucía, una tierra única que hoy también tiene mucho que celebrar. Una fecha que para esta cabecera tiene un enorme significado, y que no deja a nadie indiferente en una ciudad y una provincia que se han visto retratadas día a día en sus páginas.
Que una redacción cumpla nada menos que 40 años haciendo periodismo, trabajando con rigor, analizando con objetividad la realidad que le rodea y siendo testigo de la historia reciente de su entorno es un síntoma que habla muy bien de Jerez y del peso que ésta tiene. Un signo de que en ella ocurren cosas que merecen ser contadas. Cosas importantes. Porque hablamos de una ciudad de enorme importancia en, y para, Andalucía.
Jerez tiene mucha culpa de cómo viene cambiando nuestra comunidad en los últimos años. Y lo que es más importante: tiene mucho que decir de cara a lo que será en el futuro más inmediato.
En general, la provincia de Cádiz viene asomando la cabeza con determinación en no pocos ámbitos. Porque pensar en Andalucía es pensar en las fragatas de la Armada Española o en las corbetas de la Marina de Arabia cinceladas en Navantia. Pensar en Andalucía es pensar en el potencial renovable vinculado a la energía eólica de sus parques. Pensar en Andalucía es pensar también en la descarbonización del transporte marítimo de la mano de gigantes mundiales del mar como Maersk.
En muchos de esos objetivos, Jerez quiere ser protagonista. La ciudad simboliza todo ese futuro y esa proyección que Andalucía atesora. Pero, al mismo tiempo, encarna lo mejor de nuestro patrimonio y nuestras raíces. Jerez custodia algunas de nuestras grandes banderas, como el flamenco o el caballo español en la Escuela Andaluza del Arte Ecuestre. Visitar su deslumbrante casa y comprobar todo el trabajo que allí se lleva a cabo es sin duda todo un prodigio para los sentidos de quienes nos sentimos enormemente atraídos por la historia del caballo andaluz y todo lo que representa.
Andalucía vive una época de grandes cambios. Ha aprendido a pensar en grande, y de ahí no se quiere bajar. Andalucía es hoy una tierra que avanza, moderna, tecnológica y que brinda oportunidades a quien quiere crecer, desde una potente empresa hasta un joven nómada digital llegado desde el norte de Europa.
Nunca tuvo Andalucía tantos motivos para sentirse orgullosa de su potencial y de la confianza que transmite. Lo demuestra el hecho de que hayamos superado a Madrid en número de empresas activas y seamos ya la segunda comunidad autónoma con más sociedades. Y que, en número de autónomos, Andalucía acoge a más de 573.000, un estimulante síntoma de la capacidad de iniciativa y de emprendimiento que tienen tantos jerezanos y andaluces.
Porque si Andalucía está hoy en boca de todos, rompiendo récords en multitud de ámbitos como exportaciones, inversión extranjera, profesionales sanitarios o potencia eléctrica renovable instalada, es gracias al empuje de sus pueblos y ciudades, cada una con sus características y su personalidad propias, que están haciendo de nuestra tierra un lugar envidiable, único y cada vez más demandado.
Una gran época también de transformación en la provincia de Cádiz, y de Jerez en particular, en la que tenemos la fortuna de contar con un notario fiable dando fe de lo que está ocurriendo, capaz de aportar la perspectiva, el análisis, el criterio y la mirada necesarios para saber valorar con exactitud la importancia del tiempo que la ciudad está viviendo: me refiero a ‘Diario de Jerez’.
Hace ahora cuarenta años desde que la familia Joly, sinónimo de apuesta por la comunicación rigurosa y el periodismo de cercanía en Andalucía a través de sus numerosas cabeceras por toda la región, apostó por dotar a esta ciudad de un periódico con personalidad propia, dispuesto a comunicar de manera distinta, y capaz de abrir camino en ámbitos como el de la informatización de sus equipos, ya que sus profesionales fueron de los primeros en ir cambiando sus máquinas de escribir por los teclados.
He tenido la oportunidad de insistir en ello muchas veces, y quisiera aprovechar esta oportunidad que me brinda ‘Diario de Jerez’ para volver a hacerlo: Andalucía necesita ser observada y contada de cerca. Necesita medios comprometidos con la tarea de brindar al ciudadano la mirada más estrecha, más local, más cariñosa y a la vez más crítica de todo cuanto pasa. Por una razón esencial: porque esa es la mirada de quien mejor te conoce.
Mis deseos de que estas cuatro décadas de vida sean las primeras de muchas contándole al mundo la realidad de una provincia pujante, y de lo mucho y bueno que está por venir para una ciudad que esconde algunos de los rincones más bellos y mágicos de Andalucía.
Muchas gracias a toda la familia que conformáis ‘Diario de Jerez’ por hacerme partícipe de vuestra celebración.
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