Pequeños aprendices de Les Luthiers
Los alumnos de Primaria del colegio Antonio Machado exponen hasta este próximo jueves instrumentos musicales que han construido con diversos materiales reciclados en la Sala Paúl
La vida útil del envase de un detergente no tiene porqué terminar cuando vertemos la última gota de jabón en la lavadora. Este bote de plástico puede ser el material perfecto para elaborar, por ejemplo, una guitarra casera con la que acompañemos nuestras interpretaciones musicales preferidas. Es lo que han hecho un centenar de alumnos de Primaria del Colegio Antonio Machado, quienes, a partir de diversos tipos de materiales que tenían en casa, han construido sus propios instrumentos musicales con la ayuda de sus padres y las pautas de su profesora de música, Isabel Benítez. Para demostrarles a todos que uno puede hacer música casi con cualquier cosa, hasta pasado mañana jueves, día 26 de mayo, exponen sus creaciones en la Sala Paúl. En esta exposición los pequeños dejan claro que tienen el suficiente arte e ingenio para, en un futuro, seguir los pasos de grandes maestros del reciclaje musical, como son Les Luthiers.
La exposición está compuesta por instrumentos de viento, cuerda y percusión, pero todos son cien por cien reciclados. Los alumnos de 1º y 2º de Primaria se han encargado de elaborar los instrumentos de la familia de percusión. La elección preferida por la mayoría han sido las maracas, para cuya fabricación han usado botellas de agua rellenas de piedrecitas. Otros alumnos han construido un tambor con un bote de cacao en polvo y un fragmento de globo tensado y sujeto con una gomilla. Pero uno de los instrumentos más originales de la exposición es el 'botellófono', una especie de xilófono compuesto por botellas de cristal llenas de agua y colgadas de un soporte de madera o hierro. Al golpearlas con las baquetas emiten diversos tipos de sonidos dependiendo de la clase de vidrio, el grosor, el tamaño de la botella y la cantidad de agua que contenga. Así pues, a más cantidad de agua más grave es el sonido que produce y a la inversa. Tampoco pasa desapercibida la batería que preside la exposición en la Sala Paúl, que además de ser totalmente reciclada, destaca por su colorido decorado.
El instrumento protagonista de la familia de los vientos en la exposición es la flauta, elaborada por alumnos de 3º y 4º de Primaria con tubos de plástico e incluso cañitas. Entre flautas de pan y flautas dulces se cuela alguna que otra trompeta y trompa construidas con tubos flexibles de PVC. Las creaciones de mayor complejidad corren a cargo de las clases de 5º y 6º, a los que les tocó exprimir todo su ingenio para fabricar instrumentos de cuerda. Cajas de zapatos, botellas de varios tamaños, latas de aluminio e incluso una nevera de porexpán, han sido los materiales que han utilizado estos alumnos para fabricar guitarras, ukeleles, bandurrias, violines e incluso, el más atrevido, su propio arco.
La profesora de música que ha dirigido este proyecto explica que "es una manera de concienciar a los alumnos sobre la importancia del reciclaje, del aprovechamiento de los recursos que ya disponemos y también del descubrimiento y la experimentación sonora con diferentes materiales. Estamos acostumbrados a los instrumentos típicos que tenemos en la escuela, pero en realidad no sabemos que hay materiales que pueden producir sonidos muy interesantes. Además, los niños a veces también desconocen la capacidad que tienen para crear cosas que suenen bien y que hagan música". Por otra parte, destacó que la actividad ha sido un buen modo de involucrar a las familias del centro y conectar con ellos. Una vez termine la exposición, utilizarán los instrumentos en clase de música. Estos pequeños demuestran que donde unos ven basura, otros ven la oportunidad de, con un poco de creatividad, convertirla en algo útil.
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