Recuerdo de una semana con el torero mejicano Manolo Martínez en Jerez y Sevilla
Jerez, tiempos pasadosHistorias, curiosidades, recuerdos y anécdotas
El torero Manolo Martínez, como el también mejicano Rodolfo Gaona, estuvo en Jerez, durante algunos días. En este tiempo practicó intensos entrenamientos en la finca 'Los Alburejos', de Álvaro Domecq, y en 'El Toruño', de la ganadería sevillana de Guardiola.1.- Así de bien toreaba al natural el mejicano Manolo Martínez. ARCHIVO2.- Manolo Martínez, en una triunfal salida a hombros. ARCHIVO
SEGURO que mis lectores se preguntarán quién es, o era, este Manolo Martínez, al que voy a referirme hoy en mi semanal sección de pasados acontecimientos. Pues Manolo Martínez fue nada menos que uno de los más famosos toreros mejicanos de la segunda mitad del pasado siglo. Torero charro que vino a España, después de consagrarse en su tierra.
Y antes de enfrentarse a toros españoles, bien distintos a los bureles mejicanos, como los de Mimiahuapan, que tantas veces lidiara, quiso entrenarse en dos ganadería andaluzas, para irle cogiendo el aire a los que iban a ser sus nuevos oponentes en los ruedos ibéricos; donde confirmaría su alternativa de manos de El Viti, el 20 de mayo de 1970, y torearía aquella temporada hasta cuarenta y nueve corridas.
En México le había dado la alternativa, el 7 de octubre de 1965, en la plaza de su pueblo natal, Monterrey, su paisano Lorenzo Garza y se la confirmaría en 'La México', el 12 de febrero de 1967, Juan García 'Mondeño'. En ambos casos, lidiando reses de la citada ganadería de Mimiahuapan.
Ya saben todos los buenos aficionados que los toros que se crían y lidian en Hispanoamérica son de mucha menos bravura que los toros españoles, siendo más que notable la diferencia, entre unos y otros, debido al clima y a los pastos menos sustanciosos del ganado de allí. Por consiguiente, y más en concreto, no son los toros mejicanos tan ligeros, resueltos y prontos, como los que se crían y lidian aquí.
Así es que, llevados por nuestra profesión periodística, nos vimos obligados a estar alrededor de una semana acompañando al famoso diestro, cuyo enemigos más fieros hasta entonces no habían sido otros que los toros mejicanos. Concretamente, esto sucedería a finales de los años sesenta, pues 'El Niño de Oro', como le llamaban en su país, debutó en el nuestro, en la plaza de Toledo, el 5 de junio de 1969, alternando con los dos primeros espadas españoles de la época: Antonio Ordóñez y Paco Camino, consiguiendo cortar dos orejas a un toro de la ganadería de Cunhal Patricio de los dos que le correspondieron en suerte. En total torearía esa temporada, en España, cuarenta y nueve corridas de toros, no sin que resultara cogido en tres de sus actuaciones, en los cosos de Bilbao, Murcia y Cáceres.
Lo mismo que su paisano el célebre diestro mejicano Rodolfo Gaona, el inventor de la gaonera, que a principios del siglo XX, había estado en Jerez una larga temporada, invitado por su amigo Manuel Lara 'El Jerezano', recibiendo un banquete en su honor en la antigua tienda 'El Clavo' de la plaza del mismo nombre, Manolo Martínez pasaría unos días entrenando en las finca 'Los Alburejos' de don Álvaro Domecq y Díez. Y allí estuvimos nosotros con el matador de toros charro, también invitados por el ganadero, informando diariamente, como enviado especial, para la prensa mejicana de dichos entrenamientos; dado el gran interés que la presentación en España del torero había despertado entre la afición taurina de allende el Atlántico.
Así es que, según recuerdo, pasamos varios días en 'Los Alburejos', tanto el diestro como yo, perfectamente atendidos por don Álvaro y sus gentes, gentilmente hospedados en la magnífica casa que para sus invitados poseía el ganadero.
Estos entrenamientos de Manolo Martínez proseguirían, posteriormente, después de abandonar 'Los Alburejos', en la hacienda 'El Toruño' del término sevillano de Utrera, propiedad de la familia Guardiola. Y recuerdo que cuando llegamos en land-rover, tuvimos que atravesar por entre los toros en el campo, en medio de un enorme barrizal, ya que durante aquellos días había estado lloviendo torrencialmente y el rodaje del vehículo se hacía tremendamente difícil. Al fin conseguimos llegar al caserío, donde fuimos también espléndidamente atendidos el torero, su cuadrilla y el periodista, dedicado éste a escribir las crónicas especiales del intenso entrenamiento del diestro, encerrado en la placita de tientas con varios bureles del encaste de Villamarta, propiedad entonces de los ganaderos Guardiola Domínguez Hnos. y pertenecientes, más tarde, desde 2004, a la ganadería de Fidel San Román.
Manolo Martínez ya retirado del toreo y dedicado a labores empresariales, en las que ayudó a la mayoría de los novilleros de su tierra, fallecería de cáncer de hígado en La Jolla, San Diego (California), el 16 de agosto de 1996. Había sido el torero que más veces actuó en la plaza 'México' de la capital mejicana, hasta noventa veces y su vida profesional puede resumirse así: Lidió 34 novilladas y 1.344 corridas, cortando un total de 1.500 orejas, 189 rabos y 3 patas. En más de una ocasión se encerró con seis toros y, en nueve ocasiones torearía reñidos mano a mano con el diestro andaluz Paco Camino.
En México se le recuerda como a uno de los más grandes toreros de su época, después de Rodolfo Gaona, Lorenzo Garza y Carlos Arruza.
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