Se acabó el verano para los más pequeños. Después de tres meses de playa, piscina y juegos, los alumnos de los colegios de Infantil y Primaria de Jerez volvieron, durante la mañana de ayer, a su rutina habitual. La jornada estuvo marcada por los reencuentros con amigos, compañeros y profesores. Un día muy especial para los niños, que tras una noche de nervios y preparativos, llevaban esperando con ilusión esta jornada.

Puntuales, a las diez y media de la mañana, padres e hijos esperaban a que la colorida cancela del céntrico colegio Pío XII, situado en la barriada que le da nombre, abriera sus puertas. Mientras, los nerviosos alumnos de todas las edades daban saltos de alegría. Las risas, gritos y mochilas de todo tipos y colores conformaban la estampa perfecta de un primer día de colegio muy habitual.

La maleta rosa de la pequeña Elena era casi tan alta como ella. Con su desayuno, lápices y demás material escolar a cuestas, la alumna tiraba, nerviosa, del brazo de su madre. "Mira mamá allí está Ana, vamos a saludarla, corre". Y como ella, los 254 alumnos que actualmente se encuentran matriculados en Pío XII. La madre de otra alumna confiesa que "a las siete de la mañana, mi hija ya me estaba diciendo que quería ir al colegio para ver a su 'seño' y a sus amigas".

Una vez abierta las puertas, Marcos Serralvo, el director del centro escolar, se encargaba de organizar la entrada de los alumnos. Al principio fueron entrando los de primer curso de Primaria. Luego los de segundo. Y así hasta llegar al sexto curso. Todos fueron colocándose en el patio del recreo, formando frente a sus respectivas clases una larga fila donde los reencuentros con los amigos y profesores estuvieron a la orden del día. De hecho, más de un pequeño se colgó del cuello de sus 'seños' y 'profes', colmándolos de besos.

Pasadas las diez y media comenzó el acto inaugural del nuevo curso académico, donde Serralvo presentó a los nuevos profesores y distribuyó las aulas y tutores. "Para finalizar pido un gran aplauso para los alumnos que van a empezar un nuevo curso en el mejor colegio de Jerez", expresaba con efusividad el director.

Para los alumnos de Primaria, el primer día de cole fue más llevadero. Una tranquilidad que no compartieron todos los alumnos de Infantil. Para los más pequeños, los de 3 años, la expresión de alegría del principio se tornó, en cuestión de segundos, en llanto y temor. Entraron agarrados a las manos de sus padres, pero a la hora de quedarse solos con sus maestra, algunos echaron a llorar sin remedio. "Se me parte el alma ver llorar a mi hijo así", confesaba apenada la madre de uno de los chiquillos. Sin embargo, otra jerezana aseguraba que "como mi hija ha ido a una guardería, no le asusta esto tanto".

Una de las maestras de Infantil de 5 años, Nunci, aseguraba que el primer curso es sólo una toma de contacto. "Ellos se sientan y me cuentan que han hecho durante el verano. Luego salen un ratito al patio y cuando vuelven, hacen un dibujito sobre los tres meses de vacaciones", explica.

Por su parte el director, Marcos Serralvo, asegura que " el primer día ha sido muy normal y muy bonito. Este colegio tiene tradición de celebrar el curso académico muy tranquilamente, porque los alumnos son niños que viven en las cercanías y para ellos, la escuela es una parte de su vida. Hay mucha familiaridad con el centro".

Desde Pío XII se han preocupado de que todo estuviera a punto para la mañana de ayer. "El profesorado se ha estado reuniendo desde el uno de septiembre para organizar el inicio de curso. Además, el conserje ha estado poniendo a punto las funciones de mantenimiento y adecentamiento del colegio".

Serralvo considera que para que un centro comience con normalidad es importante que toda la plantilla esté a principio de curso. "Tenemos la suerte de contar con una plantilla estable y completa que da una cierta garantía".