Una corona hecha de flores del parque que lleva su nombre reposaba en la tumba de Julio González Hontoria, en el cementerio de Santo Domingo. Fue colocada allí tras el acto de descubrimiento de su busto (tan solicitado por el pueblo) en dicho espacio verde (cuando era verde y rosa). Fue el 29 de abril de 1931, dos años después de su fallecimiento y de que la escultura fuera "dando tumbos por los despachos del Ayuntamiento hasta ir a parar a la casa del guardia del parque", cuenta la prensa de la época. "Y lo que no hicieron los monárquicos con su alcalde, lo llevaron a cabo los republicanos", se dice en estos mismos papeles, ya que la escultura fue presentada a los 15 días del advenimiento de la República.

A finales de 1894 se crea en Francia la primera rosaleda del mundo, la del 'Valle del Marne', fundada por Jules Gravereaux y que alberga más de 8.000 variedades de rosas antiguas y de té híbridas, conseguidas estas últimas por Guillot en 1868, creador de la rosa moderna. Una planta que se convirtió en la reina de las flores y símbolo del amor, un modelo de jardinería que se implantó en las ciudades más modernas del mundo. A principios del siglo XX nace en Alemania el 'Europa- Rosarium' con decenas de miles de especies, rosas que luego se plantan en el Parque del Oeste y del Retiro en Madrid y del Cervantes en Barcelona. En Argentina se crea el 'Rosedal de Palermo' en el que se celebra un concurso anual de floricultores de rosas, que es el más importante del mundo. Asimismo, en Italia se inaugura la 'Rosaleda Comunal' en Roma donde cada ciudadano cultiva su propio rosal. En Japón nace la 'Rosaleda de Aramaki' y en Reino Unido y Estados Unidos también se fundan decenas de parques. En Uruguay, 'el Prado de Montevideo' es el más bello del planeta.

En 1902, apenas ocho años después del nacimiento de Marne, Jerez también tiene su Rosaleda (cuyo nombre se conserva hoy), siguiendo así la moda existente en estas ciudades europeas. Allí se plantaron muchas especies de rosas de todos los colores, que estaban rodeadas de cipreses que formaban arcos y separaban los distintas arriates, que eran regados a pie. Con el tiempo se le fueron añadiendo elementos como la fuente que perdura hasta hoy y en la que había papiros y nenúfares y las esculturas a las 'Cuatro estaciones', de las que sólo quedan sus pedestales. También se instalaron unos bancos al estilo Romántico, algunos desaparecidos.

Como en todos los jardines, había kioscos y casas de bebidas, como hay en Las Tullerías de París, en El Retiro madrileño o el sevillano parque de María Luisa. Terrazas de inspiración para los artistas. Jerez no era menos, y en La Rosaleda abrió a mediados del siglo XX un negocio servido por Benjamín, restaurador santanderino que regentaba antes un bar en el Coloma. Se le cedió este espacio, la que era la casa del guardia, que fue muy frecuentado hasta los años 80. A la par que se cerraba el bar, se iniciaba el declive del parque, encaminado hacia su total abandono hasta hoy día, excepto su rica arboleda, que sigue en pie, con jacarandas y magníficos ficus rubiginosa que están protegidos, entres otros ejemplares.

Ahora, con la inminente apertura de un nuevo negocio de restauración en el parque llamado Hontoria garden-bar, que ha sido diseñado por el arquitecto Juan Vega, La Rosaleda se está recuperando. El Ayuntamiento, con un presupuesto de 60.000 euros provenientes del Plan Invierte de Diputación de Cádiz, está realizando una serie de mejoras en el González Hontoria en las que se incluye La Rosaleda. "Estamos instalando un nuevo sistema de riego, deteriorado desde hace muchos años. Vamos a cambiar las luminarias, haremos la reposición de elementos como papeleras, bancos, arreglaremos el paseo, el parque infantil, el césped y plantaremos los desaparecidos rosales. Queremos que sea un espacio de uso diario, familiar y de encuentro que confiamos en que esté en funcionamiento a primeros de marzo", aseguró ayer a este Diario el teniente de alcaldesa de Sostenibilidad, Participación y Movilidad, José Antonio Díaz, que anunció además que también "pretendemos actuar en el Jardín Escénico, así como en la Laguna de Torrox".

En aquel campo de instrucción, antes de que fuera parque González Hontoria, ya se celebraba a finales del XIX la popular y concurrida Fiesta del Árbol. Casi en primavera, volverán las rosas a Jerez.