Ruiz-Mateos pretende recuperar ante todo las bodegas y los hoteles

El empresario jerezano José María Ruiz-Mateos quiere recuperar fundamentalmente sus empresas bodegueras y algunos hoteles que vendió al equipo de Angel de Cabo, de un grupo de cerca de 200 empresas, a un euro cada una de ellas, según detallaron ayer a Efe fuentes de su familia.

De hecho, familiares del empresario jerezano, entre ellos una de sus seis hijas, Begoña, y su yerno Antonio Biondini, se han reunido con el director general de Nueva Rumasa, Iván Losada, para acercar posturas en este sentido.

En la actualidad, las empresas de Nueva Rumasa se encuentran en concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos), bodegas y hoteles incluidos, a excepción de un establecimiento en Santo Domingo.

Precisamente su venta ha sido, entre otros motivos, uno de los puntos que enfrentó al que fuera el abogado de la familia Ruiz-Mateos, Joaquín Yvancos, con el empresario y con su familia, ya que el letrado consideraba que le habían prometido que sería suyo, según ha llegado a asegurar a la agencia Efe.

Los hoteles se encuentran hipotecados, en muchos casos con más de una hipoteca, y la familia se enfrenta a varios pleitos abiertos, sobre todo en Palma de Mallorca, con propietarios que se los vendieron y a quienes no han pagado su importe, como ocurre con la familia Radó y el empresario Francisco Miralles.

Sin ir más lejos, el pasado 29 de agosto la juez de refuerzo del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma, María Pascual, dejó en libertad provisional a José María Ruiz-Mateos, tras negarse a declarar por una presunta estafa de 13,9 millones de euros en la compraventa de un hotel de Mallorca. Todo ello a raíz de la querella presentada el pasado año por la sociedad Inversiones Grupo Miralles (IGM) como consecuencia de la presunta estafa en la compraventa del hotel Eurocalas. Posteriormente, la denuncia fue ampliada al atisbar indicios de que la mercantil que avaló la operación incurrió en un delito de alzamiento de bienes para evitar posibles embargos.

Por otro lado, al frente de las bodegas de Nueva Rumasa de Jerez se encuentra Fernando Lavernia, quien junto con su sociedad Mundelca ha presentado una querella -aún no está admitida a trámite- contra José María Ruiz-Mateos, seis de sus hijos varones y dos intermediarios por presuntos delitos de estafa e insolvencia punible en la operación de venta de empresas de Nueva Rumasa.

Los querellantes deducen que las sociedades adquiridas por Mundelca estaban vacías y que cuando las compraron ya no eran propietarias ni de Clesa ni de Dhul.