Cuando llega el tiempo de la vendimia a Jerez, me viene a la memoria aquellos coloristas carteles que servían para anunciarla por el mundo entero. La organización de la Fiesta concedía un importante premio en metálico al ganador de la convocatoria anual. Uno de los últimos fue el que creó el artista jerezano Manuel Cervera Pérez.

Y a él queremos dedicar estas líneas como homenaje a una labor que no se ha valorado como es debido. Él ha formado parte de una generación de dibujantes que han marcado un estilo a la hora de diseñar la imagen de nuestros vinos y brandies.Cientos de etiquetas de diferentes bodegas del Marco han sido surgidos de sus manos.

Un prestigio que ha sido más valorado fuera de Jerez, y que en la mayoría de los casos sus nombres han permanecido en el anonimato por considerarse un trabajo menor, y donde los autores se veían obligados a no dejar recuerdo de su firma. Solo el estilo personal de algunos de ellos nos permite seguir la pista de sus etiquetas.

A pesar de ello, algunos hicieron caso omiso de esa norma no escrita, como Teodoro Miciano, José Luis Torres, Carlos González Ragel, o Justo Lara ‘Ponito’, entre unos pocos. Y resulta llamativa la diminuta firma de Higuero (Antonio Higuero), en la etiqueta de la marca Arrumbador, de las bodegas Antonio Núñez, que le valió una fuerte amonestación por tal atrevimiento cuando el bodeguero expreso sus quejas.

Desde los inicios a Madrid

Manuel Cervera Pérez nace en Jerez en 1945, en la calle Palomar, en el seno de una familia con los pocos recursos que permitía un país que vivía la posguerra interior, y los efectos del final de la contienda mundial.

Su formación escolar la realiza en las escuelas del Buen Pastor, donde despierta su predisposición innata para el dibujo y la caligrafía inglesa. Alterna sus estudios con clases en la Escuela de Artes y Oficios, siendo su maestro Manuel Romero.

Una formación que le permitirá, con menos de 18 años, incorporarse al mundo laboral, concretamente en la industria de las artes gráficas que surge en Jerez, y que demandaba personal con cualidades artísticas.

Campaña publicitaria para Valdespino.

En 1963 es contratado en Litografía Hurtado, en sus instalaciones de calle Fontán-Calle Arcos, siendo el encargado de taller, por aquellos tiempos Sebastián Núñez.

Un año después pasaría a Jerez Industrial, donde permanecería hasta 1965. En ese mismo año, de 1965, se incorpora a Proyectos Gráficos Mamelón, empresa creada por Juan Montes Pina, Rafael Virués y Manolo Valle, que toma su nombre del lugar donde tuvieron sus inicios, en la plaza del Mamelón.

Durante esta primera etapa de cincos años en Proyectos Gráficos Mamelón adquiriría nuevos conocimientos, así como en el manejo de modernas técnicas.Una labor de la que surgieron una gran variedad de etiquetas, con destino no solo para las principales bodegas del Marco, sino también para otras empresas vitivinícolas del resto del país.

A la vez que su prestigio, como el de otros compañeros, crecía, Jerez se quedaba pequeño; por lo que tanto él como Juan Herrador y Pedro Carabante (conocido posteriormente como Peri, el autor de la tira cómica del Diario de Jerez), deciden dar el salto a la capital en 1969. Tienen la esperanza de alcanzar el éxito como jóvenes creativos gráficos, una actividad en auge.

Etiqueta diseñada por Manuel Cervera.

Pero allí, sin sus familias (Madrid parecía que quedaba mas lejos que ahora), se sienten desbordados, y salvo algunos trabajos esporádicos -Cervera realiza las ilustraciones para la sección de cuentos infantiles del periódico YA - no encuentran su sitio.

De PGM a Frontera Publicidad

De vuelta a Jerez, en 1970, trabajará para Estudio Arte Idea, que tenía su sede en un ático de la barriada Icovesa. Una corta actividad antes de su vuelta, en 1971 a Proyectos Gráficos Mamelón (PGM). Esta segunda etapa, muy valiosa en lo personal y artístico, durará quince años, trabajará codo con codo con un equipo de apasionados profesionales, entre los que destacamos a: Manuel Aguilar, Blas Lloret, Juan Montes Pina, Pedro Carabante, Manuel Cervera, Antonio Higuero, Antonio Panal, Manuel Valle, José Racero, Manolo Gómez, Manuel Rodríguez, Rafael Virués, Manuel García, Gonzalo Aguilar.

Entre sus numerosos encargos está la campaña en prensa de las bodegas CAYD, de Sanlúcar, el rediseño de etiquetas para las del Ponche Caballero y, la de Soberano de González Byass. Y el encargo de bodegas Lustau para incorporar a sus etiquetas lugares emblemáticos de la ciudad, como la plaza Santiago y la de Escribanos, con la fachada del Consistorio.

Sin embargo, en 1986 deja PGM, y es fichado por Gabriel González Ríos para la empresa que ha creado, Frontera Publicidad, muy dependiente de la Caja de Ahorros de Jerez en su cartera de clientes. Con él se irán Pedro Carabante ‘Peri’, como director creativo, y Sebastián Moya ‘Cachirulo’, en la dirección de arte. El director gerente será Francisco López Tubio, y las oficinas estarán ubicadas en calle Pedro Alonso,10.

Entre sus encargos está la campaña para Valdespino de un nuevo producto refrescante, Tumboe, que no tendrá mucho éxito debido al alto contenido de alcohol. Cervera se jubilará en esta agencia, a la edad de 63 años, en el 2008.Pero su espíritu inquieto, y curioso, le ha motivado para redescubrir sus habilidades para la pintura al óleo, con la que en estos años de descanso merecido llena su tiempo.

El cartel de la Fiesta de la Vendimia

En 1980 Manuel Cervera se presentará al premio del cartel convocado por la Comisión de la Fiesta de la Vendimia, que en su XXXIII edición se dedicará a Austria.

El resultado del jurado, formado por Antonio Barbadillo y García de Velasco, presidente del Consejo Regulador, José Gutiérrez Murillo, concejal delegado de Fiestas, José Luis Perrino, responsable de publicidad de González Byass, y ejerciendo de secretario el director de la Comisión de la Fiesta de la Vendimia, Juan Luis Bretón, se daría a conocer el 10 de junio, y Cervera recogería el cheque de 100.000 pesetas de mano del mismo Juan Luis Bretón.

La noticia tuvo una amplia difusión en los medios locales, provinciales y regionales,El Diario de Cádiz, de fecha 7 de septiembre recogía una amplia entrevista con el premiado, donde se definía como dibujante proyectista, y en la que comentaba algunos aspectos de su trabajo, y en la que se mostraba la extrañeza en la forma en las que las bodegas hacían los encargos para sus etiquetas, sin contacto con los creativos.

Y una anécdota, para el rostro de la vendimiadora del cartel se inspiró en el de su mujer.