Adiós a Sebastián Acevedo 'El Berza', maestro de la bulería de Jerez

Jerez ha perdido en la madrugada de este miércoles 8 de octubre a otro de los grandes nombres del cante de la ciudad, Sebastián Acevedo Flores ‘El Berza’. El cantaor, de 85 años, fallecía en casa de su hija Manuela, donde ha pasado sus últimos días y donde se le ha cuidado hasta el último momento, según ha reconocido la propia familia.

Comenzó a cantar con el apodo de ‘El niño de la berza’, que posteriormente quedó reducido a El Berza, un nombre que le puso Juan de la Plata en uno de esos concursos que el entonces presidente de la Cátedra de Flamencología de Jerez promovía en la ciudad. “Como yo le había dicho que mi madre tenía un puesto de berza, me puse ese nombre en aquel concurso, y pa los restos”, confesaba en una entrevista realizada para Diario de Jerez en 2018.

El Berza fue siempre un buscavidas, con un carácter atrevido y osado en el cara a cara que le permitía codearse con todos los estratos de la sociedad. Dominaba bien el arte de la oratoria, pero eso sí, cuando se subía al escenario era capaz de conquistar al más pintado. Era una de esas personas con gracia, con arte, y que la propia vida le había hecho crecer y aprender sobre la marcha por la necesidad.

Desde sus inicios se movió en fiestas de señoritos y ventas de la ciudad como Maribal, Benjamín, El Altillo o Los Gitanos, en un momento en el que los artistas como él pasaban auténticas visicitudes para lograr llevar a casa algo de dinero. Hablamos de una época en la que compartía fatigas con cantaores como Tío Borrico, Manolito Jero, El Troncho, el Batato o el Brenes.

También fue uno de los asiduos de Manuel Morao cuando éste organizaba fiestas en las bodegas jerezanas, coincidiendo mayormente con voces como las de Terremoto, El Gómez de Jerez o Rafael Paulera.

En la década de los setenta y ochenta tuvo su esplendor como cantaor, participando en festivales importantes, entre ellos la Fiesta de la Bulería, la Velá de Arcos o los Jueves Flamencos de Manuel Morao, y convirtiéndose en todo un referente de la bulería corta de Jerez. En concreto, en la Fiesta de la Bulería debutó en su segunda edición, en 1968, y también participó en la tercera, 1969, y e las ediciones de 1971, 1975, 1981 y 1987. En la de 1971, celebrada en los Jardines del parque González Hontoria, el cantaor recibió la Copa ‘El Gloria’, a la mejor interpretación de la bulería de Jerez.

Su capacidad artística la combinaba con un baile de mucha gracia, acompasado, con el que era capaz de poner al público en pie con un sólo replante. Fue siempre una persona elegante, le gustaba llevar los mejores trajes y zapatos, y su buena percha le permitía ronear de ello.

Una trombosis le hizo apartarse de los escenarios a finales de los años ochenta, aunque ello no le impidió que en 2004 sacase su primer disco en solitario 'Los cantes a Compás por bulerías de El Berza', un trabajo realizado por Bujío Producciones en el Estadio La Bodega de Josema García-Pelayo, en el que se recopilaron ocho bulerías en directo con las guitarras de Niño Jero y Juan Morao.

Además, participó en dos de los discos conjuntos realizados por la discográfica CBS, con la que colaboraba el poeta jerezano Manuel Ríos Ruiz, muy asiduo de contar con artistas jerezanos. En concreto, participó en el disco ‘Fiesta de la Bulería’, donde grabó tres cantes por bulería, tres en solitario y uno junto a El Mono y Juanata. Con ambos también grabó un fin de fiesta en el disco ‘Noche de cante gitano’, también de CBS.

Fue hermano y cargador del Cristo de la Expiración.

Sus restos mortales se encuentran en el tanatorio de la zona sur, y el sepelio por su eterno descanso será este jueves 9 de octubre a las 10 de la mañana en la iglesia del mismo tanatorio.